Un estudio de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Instituto de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI) ha identificado una relación entre la composición de la microbiota intestinal y la predisposición de una persona a desarrollar una adicción a la comida.
También han identificado el papel beneficioso de una bacteria llamada Blautina, que puede ayudar a prevenir la adicción.
Los resultados permiten avanzar hacia tratamientos futuros de esta adicción y de trastornos alimentarios asociados basados en los microbios beneficiosos, que podrían pasar por la creación de suplementos alimentarios. Los resultados se han publicado en la revista ‘Gut’.
La adición a la comida es un trastorno que se caracteriza por una pérdida de control sobre la ingesta de alimentos y puede derivar en obesidad y alterar la microbiota intestinal. En este estudio, el equipo investigador ha analizado si la composición de la microbiota intestinal puede tener un papel en los mecanismos que llevan a esta adicción.
Así, se han detectado que unos tipos de bacterias, las Protectobacterias, se relacionan con el desarrollo de este trastorno. En cambio, se ha encontrado que la presencia de otro tipo de bacteria, los Actinobacterias, tendrían efectos protectores ante la adición a la comida.
El estudio describe también el papel beneficioso de una especie de bacteria, la Blautina wexlerae, que suele tener poca presencia en la microbiota de personas y ratones con adición a la comida.
Al administrar sustancias que favorecen el crecimiento de esta bacteria en el intestino, los investigadores comprobaron que mejoraba la adicción a la comida. Estos resultados coincidían tanto en humanos como en ratones.