Un estudio del Instituto Metrópoli y el Grupo de Estudios sobre Energía Territorio y Sociedad de la Universidad Autónoma de Barcelona ha concluido que se ha producido una modificación en los hábitos de movilidad, especialmente entre usuarios habituales. Así, no se observa un cambio modal masivo sino una intensificación del uso del transporte público por parte de la población ya usuaria.
Concretamente, en 2022 el 1,2% -cerca de 58.000 personas- de la población del ámbito Sistema Integrado de Movilidad Metropolitana de Barcelona se declara como nueva usuaria del transporte público a raíz de la modificación tarifaria, mientras que el 8,5% -cerca de 404.000 personas- dice que utiliza con mayor frecuencia el transporte público. Los principales beneficiados son los más vulnerables.
El estudio ‘Los impactos de las reducciones tarifarias del transporte público en los hábitos de la movilidad cotidiana’, ofrece un análisis sobre las consecuencias de la implementación de descuentos en las tarifas aplicadas desde el otoño de 2022, pensadas para paliar los efectos de la crisis inflacionaria.
Los resultados muestran un uso más intensivo a raíz de los descuentos por parte de mujeres, jóvenes de entre 16 y 29 años, y la población residente en Barcelona.
El estudio concluye que el logro de un nuevo récord histórico en las cifras de demanda del transporte, más allá de ser explicar por las cifras de reactivación económica y de otras políticas o eventos contemporáneos, también puede derivarse de la implementación de los descuentos.
Más títulos multiviaje y abonos de Renfe
Las conclusiones muestran que desde la puesta en marcha de los descuentos, se ha producido un incremento del uso de los títulos multiviaje y abonos, sean títulos integrados ATM o de Renfe, en detrimento de los billetes sencillos y de otros títulos. En particular, la tarjeta multiviaje para usuarios habituales (T-usual) aumenta su uso 15,8 puntos porcentuales, mientras que los multiviajes de Renfe pasan de tener un peso insignificante en 2021 a representar el 28,3% del total de títulos.
De hecho, antes de la aplicación de la gratuidad del abono recurrente de Renfe el 84% de los títulos empleados estaban integrados y ahora han bajado hasta el 67,2%.
En cuanto a Cercanías Renfe, hasta 20221 los títulos integrados se utilizaban en el 60% de los desplazamientos con este medio, pero en 2022 se utilizaron en el 49,9% de los viajes y en 2023 al 36,8%.
Beneficios para los más vulnerables
Por otro lado, el estudio apunta a un aumento del transporte público entre la población que reside en zonas más pobres. En concreto, el 12,5% de los barrios más vulnerables dice que hace un uso más intensivo desde la aplicación de los descuentos, por el 7,2% de los de barrios benemérgico.
También detecta un incremento del uso de Cercanías más pronunciado en las estaciones que sirven población con un nivel de ingresos inferior a la media.
Por otro lado, se ha detectado un incremento notable en el uso de los servicios de Cercanías entre 2019 y 2023, especialmente en las zonas más alejadas del centro de Barcelona -fuera de la zona tarifaria 1-. El estudio apunta que en estas zonas la gratuidad y las reducciones tarifarias han resultado más ventajosas.
Así, el servicio de Cercanías gana peso relativo en el reparto modal en detrimento de los autobuses interurbanos, aunque los pasajeros de los mismos continúan aumentando. Entre 2018 y 2021, los autobuses interurbanos ganaban viajeros a los corredores de acceso a Barcelona en comparación con los servicios de Cercanías Renfe, pero esta tendencia cambió con la introducción de la gratuidad. A partir de entonces, el porcentaje de usuarios de Cercanías se incrementó ligeramente, del 74,9% al 75,9% en 2022 y se estima que llegó al 78,1% en 2023.
Además, desde 2022, se ha registrado una disminución en el uso de los títulos ATM y un aumento significativo de los títulos de Renfe, especialmente en 19 localidades donde coinciden líneas de autobús interurbano y ferroviarias, mostrando una preferencia creciente por los servicios de Cercanías.
El estudio destaca que no sólo se observan cambios en los patrones de movilidad, sino también la capacidad de estas políticas de fomentar una distribución más equitativa del uso del transporte público, beneficiando áreas tradicionalmente menos servidas en transporte público. En este sentido, apunta que se reafirma la importancia de las estrategias tarifarias como herramientas para un transporte público más inclusivo y equitativo.