El Gobierno ha aprobado este martes que se firme el convenio con el gobierno español para la mejora de nueve enlaces existentes de la AP-7 y la creación de siete nuevos en la propia AP-7 y también en la AP-2. El documento concreta cómo se realizarán las actuaciones recogidas en el protocolo de encomiendas de gestión de estas dos autopistas con una inversión total de 250 millones de euros.
Cuando el gobierno español también lo confirme se podrá formalizar la firma y así, el Estado hará transferencias anuales por estas obras que deben favorecer la accesibilidad y la movilidad. La Generalidad redactará los estudios y proyectos que detallarán técnicamente estas actuaciones y, a la vez, impulsará y ejecutará los trabajos.
Los nueve enlaces de la AP-7 donde se realizarán intervenciones son en las conexiones con Girona Nord; Girona Sur; en la C-35 en Maçanet de la Selva; en la C-60 en La Roca del Vallès; en los accesos a Montmeló-Parets del Vallès y el enlace con la C-17 y C-33; la ampliación de la plataforma entre Montornès y Mollet del Vallès; remodelación del enlace de las vías B-30, C-58 y N-150; mejora de un tramo de la B-30 (kilómetros 6,8 y 8,2) a su paso por Cerdanyola del Vallès y remodelación del enlace a Vilafranca del Penedès centro y su conexión.
Por otro lado, se construirán siete nuevos enlaces, cinco de ellos con la AP-7: con la T-315 en Bellissens (Baix Camp), en Montclar (Montsià), en Sant Celoni/l’Albera, en Banyeres del Penedès y en la C-51 en El Vendrell. También se unirá la B-40 y la C-55 en Abrera y Olesa de Montserrat (Baix Llobregat) y habrá un nuevo enlace a la AP-2 en Castelldans (Garrigues).
Este convenio se enmarca en el protocolo que incluye cuatro encomiendas de gestión del Estado al Gobierno, con una inversión total que supera los 900 millones de euros. Con el visto bueno este convenio, la Generalitat ya ha dado luz verde a los cuatro y está a la espera de la aprobación del Consejo de Ministros español. Más allá de las obras en la AP-7 y la AP-2, también está contemplada la pacificación e integración de la N-II en El Maresme, la construcción de intercambiadores ferroviarios entre las redes de Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña (FGC) y Cercanías y el plan de actuaciones de mejora de la N-260.