Una investigación liderada por el IDIBELL, el Instituto Catalán de Oncología (ICO), la Universidad de Granada y el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada revela la conexión entre contaminantes ambientales y el cáncer de endometrio. Este tipo de cáncer se desarrolla en la cara interna del útero y es un tipo dependiente de hormonas, por lo tanto, los estrógenos pueden intervenir sobre su desarrollo y evolución.
El estudio aborda la relación entre el cáncer y la exposición a mezclas de contaminantes ambientales que pueden interferir con las funciones de las hormonas. Estos compuestos, los disruptores endocrinos, actúan como xenoestrógenos y se encuentran en muchos productos químicos, incluyendo pesticidas, herbicidas, cosméticos y otros de uso cotidiano.
Mediante técnicas avanzadas de análisis químico y ensayos biológicos, los investigadores han evaluado la carga hormonal total en la sangre de más de 300 mujeres, con y sin cáncer de endometrio.
Los resultados revelan una asociación entre la exposición a los disruptores endocrinos y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de endometrio. La investigadora del IDIBELL y el ICO Laura Costas explica que se ha encontrado el efecto con dosis medias de xenoestrógenos, pero no con altas, de manera similar a lo observado con hormonas endógenas.
Ahora se quiere estudiar si la presencia de estos compuestos implicaría también una peor evolución de la patología en aquellas mujeres que ya tienen la enfermedad. Los resultados destacan la necesidad de considerar el efecto combinado de mezclas químicas en el momento de la evaluación del riesgo ambiental.