Los campesinos gerundenses se preparan para pasar la noche en la AP-7 en Medinyà (Gironès) con hogueras improvisadas con neumáticos, restos vegetales y palets. También han preparado unos 600 calçots, carne a la brasa, huevos y ensaladas para cenar. Prácticamente todo son donativos de personas que han querido colaborar con la causa. La noche será larga y, para calentarse, también han previsto instalar algunas carpas en la explanada donde han preparado puntos de avituallamiento. El objetivo es ofrecer espacios de receros a los centenares de campesinos que prevén hacer noche. La miembro de la organización campesina imma Puigcorbé cree que la protesta ha conseguido hacer sentir sus reivindicaciones.
El campesinado ha salido a la calle a primera hora de este martes para reclamar soluciones para la sequía, el exceso de burocracia, los daños por fauna salvaje y exigiendo precios dignos para sus productos. Lo han hecho en todas las demarcaciones y en la de Girona han colapsado el centro de la ciudad poco antes del mediodía.
Después, centenares de camiones han trepado en dirección la N-II, la primera carretera que han cortado hacia un cuarto de dos. Poco después, a las tres de la mañana han abierto camino por el puente por la AP-7 en el cruce con la Nacional y han saltado a la carretera parando el tráfico en los dos sentidos de la marcha. Lo han hecho a pie y dejando a decenas de conductores y camioneros atrapados durante horas. También han montado barricadas con ramas y neumáticos.
Hacia la seis de la tarde, han organizado una asamblea donde han acordado pasar la noche en la autopista y unirse -a primera hora del miércoles- a las marchas lentas hacia Barcelona. Poco después, los Mossos han hecho girar los vehículos atrapados en contra dirección hasta la salida más próxima, y han dejado las dos carreteras limpias. Entonces ha hecho acto de presencia la decena de furgonetas de la Brimo, y los campesinos al verlo han decidido entrar en la AP-7 decenas de tractores para poder mantener el corte.
Los campesinos han conseguido acceder ensanchando el camino de acceso a pie y han roto una valla de hormigón para blindar los dos sentidos de la vía. Entonces, las unidades de la Brimo se han marchado. “Parece que nos dejarán pasar la noche tranquilos”, afirma Imma Puigcorbé, miembro de la organización campesina gerundense.
Para ello, tan pronto como se ha hecho de noche han llevado más neumáticos para revivir las hogueras de la autopista y han hecho varios fuegos en la explanada donde han montado puntos de avituallamiento. Aquí, alas ocho de la tarde ya se estaban preparando ensaladas, calçots y remiendos de huevos. También corán la carne a la brasa que ha sobrado de la comida popular. “Prácticamente, todo son donaciones y haremos cenar por todo el mundo que se quede”, asegura Puigcorbé.
También han previsto montar algunas carpas -si el colapso de tráfico permite que las puedan llevar- con el objetivo de ofrecer un espacio de resguardo del frío durante la larga noche que les espera. Mañana hacia las siete de la mañana prevén reanudar las movilizaciones uniéndose a las marchas lentas hacia Barcelona.
“Hoy es un día clave”
Puigcorbé cree que las protestas de este martes han conseguido el objetivo de hacer escuchar sus reivindicaciones. “Al final lo que queremos es que se nos escuche y sin den soluciones a estos problema y parece que la única manera de que se nos escuche en este país es provocando problemas a los ciudadanos lo que queremos es que se nos escuche”, afirma.
También lo ven así en Marc Pujol y en Josep, dos campesinos de la zona. “Hoy es un día clave para dar a conocer al territorio que existimos”. “Cuando no tenemos nada que ganar, solo nos queda manifestarnos”, dice Pujol. “Es muy triste que esta sea la única manera de que se nos escuche pero la verdad es que nos espero mucho que hay mucha gente joven y gente mayor. Eso es lo que nos hará seguir adelante, porque el futuro es negro”, añade.