Con las elecciones gallegas en el retrovisor, las maquinarias electorales de los partidos parece que no tendrán tregua. Hasta hace pocas horas, los partidos contaban con las elecciones en el País Vasco el 21 de abril y los comicios europeos el 9 de junio. A estas, ayer se añadió las elecciones anticipadas en Cataluña, que se convocaron tras la derrota parlamentaria de Aragonès. Una decisión que sumergirá al Estado en una campaña permanente durante más de dos meses.
Más allá de la salud mental de los ciudadanos, la primera víctima que se ha cobrado este movimiento ha sido los
presupuestos españoles
. “Sin lugar a dudas la convocatoria electoral en Cataluña altera de forma clara el tablero político en Cataluña, y lo que toca, después de ver los acontecimientos y ser realista, es trabajar en los presupuestos de 2025”, explicaba la vicepresidenta María Jesús Montero ayer.
Dos meses en campaña
El Gobierno español deberá estar atento a lo que pase estos tres meses. Por un lado, en el País Vasco dos de sus socios (PNV y Bildu) pugnarán por la lehendakaritza. Además, los socialistas vascos podrían ser claves en la configuración de mayorías en el parlamento vasco.
En Cataluña, la cosa todavía será más enrevesada. Salvador Illa parte con ventaja para revalidar la victoria, mientras que dos de sus socios (ERC y Junts) lucharán por ser la lista independentista más votada. Tras las elecciones, los pactos también serán un maldito de los socialistas, que podrían perder la mayoría en el Congreso español por el camino.
Finalmente, las europeas serán una prueba de fuego tras este periplo. El PP de Feijoo querrá plasmar su fuerza electoral, pero el PSOE de Sánchez intentará volver a demostrar que siempre cae de pie, con la intención de ser un actor relevante en Europa en los próximos cinco años.
Esta maratón electoral hipotecará la agenda de los partidos como mínimo dos meses. Sin embargo, las formaciones políticas ya se encuentran inmersas en intentar marcar su marco de cara a las elecciones. El 5 de abril comenzará la campaña en el País Vasco, que irán a las urnas el 21 de ese mismo mes. Con solo cinco días para respirar, el 26 de abril se iniciará la campaña por las catalanas, alarcándose hasta el 12 de mayo. Para rematarlo, el 24 de mayo volveremos a entrar formalmente en campaña para los comicios europeos del 9 de junio.