Alianza Catalana ha emitido un comunicado este domingo en el que dice ser víctima de una “escalada de violencia política”. Lo hace después de que el sábado un grupo de personas protestara en Barcelona contra una parada del partido, desmontara la carpa y dejara a un simpatizante herido después de que cayera durante el forcejeo entre partidarios y detractores de la formación. Arran ha reivindicado la acción.
El partido que lidera Sílvia Orriols asegura que “estos ataques no son casos aislados” sino “una escalada premeditada de violencia política alimentada por el discurso de odio de la izquierda” y acusa al Gobierno de inacción ante esta “ofensiva intolerable”. “No permitiremos que esta violencia quede impune”, ha afirmado Alianza Catalana, que ha añadido que “ni las amenazas ni las agresiones” les harán retroceder.