La sequía ha afectado a 66.500 hectáreas de bosques por toda Cataluña en el último año, según apunta un estudio elaborado por el LGAI con el apoyo del cuerpo de Agentes Rurales. Desde hace doce años anualmente se lleva adelante el proyecto Deboscado que sirve para tener una radiografía cuidadosa del estado de salud de los bosques en Cataluña. Este estudio apuntaba que en 2022 había 33.000 hectáreas afectadas por la falta de agua, la mitad de las que se han detectado a lo largo de 2023.
Las comarcas donde hay más afectación en los árboles son La Selva, Osona, El Baix y L’Alt Empordà y El Gironès. El Departamento de Acción Climática ha aprobado una línea de ayudas de 5,2 millones de euros para que los propietarios privados de bosques retiren los árboles muertos.