Clau, un perro husky siberiano, paseaba por un camino del pueblo cuando se metió en una zanja. De repente, un pequeño derrumbe de arena y piedras lo sorprendió y lo dejó completamente cubierto dentro del pequeño espacio de la fosa. Solo los ojos y el hocico quedaban en la superficie. El perro podía respirar, pero estaba completamente inmovilizado por la presión de la tierra.
Afortunadamente, alguien vio lo que había pasado y dio el aviso para que los Bomberos acudieran al rescate del animal.
Este es el vídeo que han publicado en la cuenta de Twitter de los Bomberos de la Generalitat de cómo fue el rescate.
Clau, que esperó tranquilo a que las manos profesionales de los bomberos consiguieran sacar toda la tierra que lo cubría, ya ha podido volver, sano y salvo, con su familia.