Una mujer mata a su marido con una sobredosis de antidepresivos

02 de junio de 2022 a las 12:28h

Un hombre de 51 años fue encontrado muerto en su domicilio. Sin signos externos de violencia, con problemas de alcoholismo y antecedentes médicos de hipertensión y diabetes, todo apuntaba inicialmente a que era una muerte natural. Sin embargo, la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Valencia y más concretamente el informe del Instituto Nacional de Toxicología de Barcelona, encontró unos niveles de trazodona –principio activo de medicamentos antidepresivos– muy elevados, por encima del triple de la dosis máxima terapéutica, destapándose así que era una posible muerte violenta de origen tóxico.

Las investigaciones han llevado finalmente a juicio a la viuda del difunto, acusada de un delito de homicidio imprudente por haber acabado presuntamente con la vida de su marido, sin que conste que esta fuera su intención, después de suministrarle de forma reiterada, sin ninguna prescripción ni ningún control médico, un medicamento llamado Deprax, "con clara falta de diligencia y sin tener en cuenta el deterioro físico que le estaba generando", según sostiene el Ministerio Fiscal, que solicita para la acusada una pena de cuatro años de prisión.

La forense explicó en el juicio, celebrado este miércoles en un juzgado Penal, que la concentración de trazodona en la sangre del fallecido era de 3,72 mg/l, el triple de la dosis que se puede tomar sin riesgo de toxicidad, lo que equivaldría a unos doce comprimidos, cuando según ha mantenido la acusada durante toda la instrucción, y también en su declaración de este miércoles, ella solo le daba media pastilla diaria antes de dormir para que el marido pudiera descansar.

Por su parte, la defensa de la mujer pide su libre absolución al considerar que no está acreditado que el marido de su clienta muriera como consecuencia directa de la ingesta de los mencionados antidepresivos ya que la dosis que presentaba era "tóxica pero no letal", como así expuso en la vista oral el perito químico aportado por la defensa. En todo caso, si la muerte se hubiera producido por esta sobredosis, agravada por las patologías que presentaba la víctima, el abogado planteó como tesis alternativa un hipotético suicidio o que el hombre se hubiera excedido simplemente con la dosis porque no conseguía dormir.

Por ello, una de las cuestiones clave sobre las que se dirimió en el juicio fue establecer si el hombre podría haber sido capaz de acceder a esta medicación, que habitualmente le daba su mujer, o la cuidadora que se quedaba por las noches – quien ni siquiera ha podido ser localizada para acudir como testigo–. Inicialmente la acusada reconoció que su marido no podía levantarse solo, pero ayer matizó que sí que podía llegar hasta la cómoda de la habitación –muy cerca de la cama– donde guardaba el Deprax.

Así, en cuanto a la posibilidad de que su marido hubiera decidido poner fin a su vida de forma voluntaria, la mujer explicó que este nunca le transmitió que quisiera suicidarse, aunque reconoce que desde que lo despidieron en septiembre de 2016 sus problemas con el alcohol habían empeorado, "se ponía agresivo si no le daba alcohol", estaba depresivo, postrado en una cama y sin cobrar ninguna pensión.

La acusada admite que en octubre de 2017 comenzó a darle esta medicación a su marido "para que durmiera mejor, porque a mí me iba bien y para que descansara como yo". Asimismo reconoce que no lo consultó con ningún especialista, porque su marido ya lo había tomado antes y nunca pensó que fuera perjudicial para él. El médico que le recetó al fallecido este mismo antidepresivo en 2008 –diez años antes de su muerte– indicó que se lo cambió en 2016 por otro medicamento similar, no porque siguiera mal sino porque el paciente se quejaba de que seguía sin descansar bien.

Respecto a un posible móvil económico, la Policía Nacional descartó esta hipótesis y cualquier tipo de intencionalidad en la muerte en no existir ninguna póliza ni ningún seguro de muerte que pudiera beneficiar a la acusada por la muerte de su marido.

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C CIUTAT
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