Lourdes es una madre que quiso castigar a sus hijos echándolos de casa, ella pensando que volverían pronto al ver que la situación no era buena. Pero los tres niños, todos menores de edad, no pisaron su domicilio por más de veinticinco días.
La madre estaba cansada de la conducta de sus dos hijos menores (15 y 17 años), que no ayudaban en casa, se saltaban premeditadamente el toque de queda impuesto por ella y solo hacían caso del teléfono móvil cuando estaban en casa. Por eso, la madre y los hijos siempre tenían disputas en casa. Hasta que un día Lourdes decidió echarlos, a ellos dos y a su hermano mayor (que no ponía remedio a la situación) con el fin de darles una lección.
Los niños menores, al verse en esta situación se refugiaron en casas de amigos. Pero el instituto de los adolescentes puso estos actos en conocimiento de los Servicios Sociales y después en manos de la Policía Local. A consecuencia, fue detenida por un presunto delito de abandono de menores y fue puesta a disposición del juzgado.