Un 19,2% de la población catalana afirma no poder mantener la vivienda a una temperatura adecuada, una cifra superior a la de 2021 (15,9%), según muestra la Encuesta de condiciones de vida de 2022 realizada por el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat).
La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE) en Cataluña es del 24,7% en 2022 y baja 1,2 puntos respecto a 2021 (25,9%).
Este indicador mide la proporción de población que se encuentra bien en situación de riesgo de pobreza (19,9%, la misma que el año anterior); en situación de privación material y social severa (8% frente al 9% de 2021) o bien que vive en hogares con una intensidad en el trabajo muy baja (6,8% frente al 9,6% del año anterior).
Hay que tener en cuenta que la Encuesta de condiciones de vida 2022 recoge las condiciones de vida en el momento de la entrevista, mientras que la información sobre los ingresos, las prestaciones sociales y la intensidad en el trabajo se refiere a 2021. Los resultados muestran que los ingresos medios netos de los hogares catalanes son de 36.163 euros y de 14.692 euros por persona en 2021, dato que supone un aumento del 3,4% y del 3,8% respectivamente respecto al año anterior.
En cuanto a los indicadores del nivel de privación de los hogares (que recogen aspectos subjetivos de las condiciones de vida), la privación que ha experimentado el mayor aumento ha sido la relativa a la capacidad de mantener la casa a una temperatura adecuada.
También aumenta la población que declara no poder permitirse una semana de vacaciones al año (el 30,9% en 2022 y el 27,8% en 2021) y la que dice no poder hacerse cargo de gastos imprevistos de 800 euros (34,8% en 2022 frente al 32,9% del año anterior).
Por otra parte, el número de personas que viven en hogares y que declaran llegar a fin de mes con mucha dificultad es del 8% en 2022, mientras que en 2021 era del 8,8%. El número de personas que declaran llegar a fin de mes con mucha facilidad es del 2,7% en 2022, 3,8% en 2021.
El 67% de los hogares reciben algún tipo de prestación social
Las transferencias sociales (incluyendo las pensiones) han hecho incrementar la renta inicial de las familias un 36,2% en 2021, mientras que el año anterior lo hicieron en un 42,7%. El 67,3% de los hogares han recibido al menos un tipo de prestación social (por vejez, desempleo, supervivencia, ayudas a los hogares, enfermedad invalidez, entre otros).
Del total de hogares que han recibido prestaciones en 2021, un 52,5% han sido por vejez y supervivencia (45,9% en 2020); un 39,3% por paro (52,6% en 2020) y un 30,7% han sido beneficiarios de algún otro subsidio o prestación (29,6% en 2020). En este sentido, cabe destacar que las prestaciones por desempleo que incluían las ayudas concedidas en el marco de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) puestos en marcha a raíz de la crisis económica provocada por la covid-19 son las que han disminuido en mayor medida, con una bajada de 13,4 puntos porcentuales respecto de 2020.
Se reducen los indicadores de desigualdad
Los indicadores de desigualdad se han reducido en 2022. El indicador S80/S20 muestra como el 20% de los hogares con mayores ingresos acumulan 5,1 veces lo que ingresan el 20% de los hogares más desfavorecidos, mientras que el año anterior era del 5,4.
En cuanto al índice de Gini, éste es del 30,0 en 2022, mientras que el año anterior era del 30,9 (un índice de Gini igual a 0 indicaría máxima igualdad e igual a 100, la desigualdad más extrema).
Principales variables de la tasa AROPE
Por edades, la población de menos de 16 años presenta una tasa AROPE (Objetivo UE 2030) del 32,5%, con una disminución de 0,1 puntos respecto al año anterior. La población de 16 a 64 años presenta una tasa AROPE del 24,3% (con una disminución de 1,9 puntos) y, finalmente, el grupo de más de 65 años presenta una tasa AROPE del 19,6% (con un aumento de 0,5 puntos porcentuales respecto del año anterior).
Según la composición del hogar, la tasa AROPE de los hogares con hijos dependientes se sitúa en 28,1% y disminuye 0,5 puntos porcentuales; en cambio los hogares sin hijos dependientes presentan una tasa del 20,8%, con una disminución muy superior a los hogares con hijos dependientes, de 2,5 puntos porcentuales respecto al año anterior.
Según la nacionalidad, las personas de más de 16 años de nacionalidad extranjera presentan una tasa AROPE del 50,0%, con un descenso de 1,7 puntos respecto al año anterior; en cambio las personas de nacionalidad española presentan una tasa AROPE del 19,5%, con una disminución de 1,3 puntos porcentuales.
En cuanto a la actividad económica, las personas paradas presentan una tasa AROPE más elevada (53,6%), mientras que la tasa de las personas ocupadas es del 16,3%.
El alquiler imputado como parte de la renta
La inclusión en 2021 del alquiler imputado entendido como el componente no monetario de la renta del hogar que estima el valor del uso que el hogar hace de la vivienda cuando es de propiedad, representa un incremento de un 13,9% en los ingresos medios de los hogares catalanes. Su consideración también contribuye a mejorar los indicadores de desigualdad, dado que el índice S80/S20 pasa del 5,1 al 4,6 y el índice de Gini, del 30 al 28,2 con el alquiler imputado.
Si se contabilizan los alquileres imputados como si se tratara de un ingreso más, la tasa AROPE se reduce y pasa del 24,7% al 22,6%. En el caso de los colectivos con una propensión más alta a disponer de vivienda en propiedad, como es el caso de las personas mayores de 65 años, la disminución de la tasa se hace más evidente y disminuye del 19,6% al 11,2%.