Un granjero va a la policía para denunciar que sus vacas no dan leche. Asegura que las llevaba a pastar cada día dos veces de 8 a 11 horas de la mañana y de 16 a 18 horas de la tarde, pero que las vacas no daban leche aunque él hacía este esfuerzo de sacarlas a pastar.
El granjero explica que como a él no le "hacen caso" para dar leche, quiere que la policía las convenza de que lo hagan. Los agentes, ante esta situación surrealista, le contestaron que ellos no podían poner multas a los animales y que este tipo de gestiones estaba fuera de su jurisdicción.