Tráfico pone en funcionamiento un nuevo radar en la A-2

La red viaria catalana ya dispone de 242 dispositivos de control de la velocidad, 41 de los cuales son radares de tramo

07 de septiembre de 2024 a las 00:13h

El Servei Català de Trànsit (SCT), conjuntamente con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ha puesto en funcionamiento un nuevo radar de tramo en la A-2, en la zona del túnel de Bruc en sentido Barcelona. El objetivo es incrementar la seguridad en este punto, reducir la velocidad excesiva y combatir la siniestralidad viaria. La instalación de este dispositivo se enmarca en las directrices fijadas en el Plan de seguridad viaria (PSV) 2024-2026. Según el SCT son una herramienta eficaz para alcanzar los objetivos europeos de reducción de las víctimas. Con este radar ya son 242 los puntos de control implantados en la red viaria catalana. De estos, 41 son radares de tramo.

El nuevo radar de tramo funcionará entre los puntos kilométricos 563,225 y 570,127 de la A-2 en el Bruc y controlará la velocidad a lo largo de casi siete kilómetros de longitud, en sentido Barcelona. La velocidad máxima permitida en todo el tramo controlado es de 80 km/h, un límite que se ha homogeneizado para aumentar la seguridad viaria de un punto que registra una elevada accidentalidad.

La instalación de este cinemómetro coincide con unas obras de reparación de un viaducto de la A-2 por parte del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que obligan a derivar la circulación de camiones de materias peligrosas por el interior del túnel del Bruc en sentido Barcelona. Según el SCT, el control de la velocidad en estas circunstancias se hace necesario para incrementar la seguridad de este tramo.

Funcionamiento de los radares de tramo

Este sistema de control de la velocidad media funciona a través de un equipamiento de reconocimiento de matrículas situado al inicio y al final del tramo controlado, el cual mide el tiempo de recorrido y calcula la velocidad media para determinar si se ha superado el límite máximo de velocidad permitido. Estos cinemómetros tienen el objetivo de prolongar el efecto de la reducción de velocidad durante varios kilómetros para hacer un espacio viario seguro.

Según el SCT estos sistemas son una herramienta eficaz para reducir la siniestralidad y mejorar la seguridad viaria porque evitan frenazos repentinos, cubren de forma efectiva un tramo entero de una vía, se obtienen velocidades más igualadas y uniformes a lo largo de todo el tramo, se convierten en elementos disuasivos de gran efectividad sobre el comportamiento de los conductores, y complementan los sistemas de control convencionales, como los radares microondas, de láser y los piezoeléctricos.

Actualmente, y contando estos nuevos radares, en la red viaria catalana hay 242 puntos de control, de los cuales 41 son radares de tramo.

El SCT ha destacado la utilidad de estos dispositivos para combatir la siniestralidad. Ha señalado que se ha demostrado que, en caso de accidente, cuanto más elevada es la velocidad de los vehículos, más alta es la violencia del impacto, se reduce notablemente la efectividad de los dispositivos de seguridad pasiva, como el cinturón de seguridad o el casco, y se incrementa el riesgo de mortalidad y de sufrir lesiones con secuelas graves permanentes.