El juzgado ha enviado a prisión a un ladrón de 23 años que disparó un tiro contra otro chico en un parque de Girona. El agresor, que actuó por celos porque la víctima era amigo de su expareja, le lanzó un disparo con una escopeta recortada. El joven erró el tiro y después huyó del lugar con un cómplice que lo esperaba dentro de un coche.
Los hechos ocurrieron a mediados de julio. Ahora, los Mossos d'Esquadra, que investigaban el caso, han podido identificarlos y detenerlos a ambos. En el piso donde vivían, la policía encontró dos escopetas escondidas entre los aparatos de aire acondicionado. El joven es ya un conocido de los mossos, porque se le investiga por seis robos con fuerza y dos atracos en gasolineras, restaurantes, panaderías y farmacias.
El tiroteo tuvo lugar la noche del 18 de julio. Aquella noche, el ladrón de 23 años había amenazado y agredido a su expareja. El agresor supo que la chica había quedado con un amigo en un parque de Girona, y movido por los celos, decidió lanzarle un tiro.
El ladrón llegó al lugar acompañado de su compañero de piso, otro joven de 20 años. Bajó del coche, y amparado por la oscuridad, encañonó a la víctima con una escopeta recortada y disparó contra él. Por suerte, el disparo no hirió a nadie. Después, el joven huyó del lugar con su cómplice, que lo esperaba dentro del vehículo.
Los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación y, al cabo de unos días, consiguieron identificar al ladrón como el autor del tiroteo. A principios de agosto, la policía fue hasta el domicilio que compartía con su cómplice y los detuvieron a ambos por un delito de tentativa de homicidio.
