El frío extremo puede provocar muchos problemas en las viviendas y también en sus habitantes, entre ellos, la congelación de tuberías o las caídas por resbalones en las placas que se forman de hielo. De hecho, los daños provocados por fenómenos meteorológicos son numerosos. Para evitarlos o minimizarlos, te damos algunos consejos para proteger tu vivienda por dentro y por fuera y prepararte de la mejor manera ante las inclemencias del invierno.
1. Ventilar.El frío no debe ser una excusa para ventilar adecuadamente. Con diez minutos al día es suficiente para conseguir una buena ventilación que evitará el exceso de humedad en nuestra vivienda.
2. Tener un buen aislamiento.Un buen aislamiento nos hace ahorrar dinero en energía y además es la mejor manera de evitar que el frío entre al interior de nuestra casa, por lo que invertir en los cerramientos es una de las mejores cosas que podemos hacer. Si, no obstante, no podemos costearnos este cambio o entra frío a través de grietas y orificios a pesar de ser la carpintería nueva, siempre podemos sellarlos colocando cinta adhesiva o burletes en puertas y ventanas.
3. Los textiles, nuestros grandes aliados.Las alfombras y cortinas nos aportan calidez a nuestro hogar. También podemos colocar mantas o cobertores en los sillones o sofá. Podremos taparnos con ellos y a la vez contribuirán a mejorar la decoración de la sala.
4. Purgar los radiadores antes del invierno y limpiarlos bien para que puedan funcionar a su máximo rendimiento.
5. Durante el día, sube las persianas y retira las cortinas para que la luz y el sol puedan entrar a través de las ventanas.
6. Llena cubos de agua o ten a mano garrafas de agua por si las tuberías se congelaran.
7. Abre los grifos de vez en cuando y deja correr un poco el agua a fin de evitar las congelaciones de las tuberías.
8. Si las tuberías están congeladas y no sale agua, se puede utilizar un secador de cabello para aplicar un poco de calor.
9. Echar serrín o poner cartones en zonas comunes de los edificios, en entradas, porterías, rampas o escaleras.
10. Apagar los sistemas de riego automático durante el invierno.
11. Echar sal en las rampas de acceso a los parkings o a la vivienda para evitar caídas o resbalones.
12. Usar la calefacción de manera adecuada. En invierno durante el día, la temperatura óptima se sitúa entre los 19 y los 21 grados, por la noche entre los 15 y los 17 grados.
13. Aseguraos de que no se acumula nieve en los tejados o ventanas para evitar hundimientos y deslizamientos.