Un profesor de Secundaria en un instituto de Gijón ha sido suspendido con ocho meses de empleo y sueldo. El motivo, poner a todos sus alumnos un 10, informa el diario El Comercio de la localidad asturiana.
Pozuelo imparte clases de francés en el IES Universidad Laboral. Sus problemas con la Consejería de Educación del Principado se remontan al 31 de enero de 2020, cuando este organismo inició una investigación sobre el profesor.
Éste había concedido una entrevista a El Comercio unas semanas antes, en la que expresaba que «abandonando el papel de la evaluación también se pueden dar clases» y que «el 10 está dentro de la ley y se lo pongo a todos. Les da confianza».
Pozuelo es autor del libro ¿Negreros o docentes? La rebelión del 10, en la que reniega de las prácticas habituales, de los libros de texto y del método de evaluación actual en los centros educativos.
La Consejería le acusó de «haber calificado a todo su alumnado con la misma nota (10) independientemente de su rendimiento y atentando así al derecho de la evaluación objetiva; negarse a hacer la evaluación formativa de su alumnado con plena consciencia y haciendo pública ostentación de su incumplimiento; no programar debidamente las enseñanzas de francés; no llevar registros veraces y efectivos del rendimiento de su alumnado y no coordinar el departamento del que es responsable ni ejercer su jefatura».
Según Pozuelo, «lo que molestó fue la entrevista. Si no llego a darla, habría pasado totalmente desapercibido y hubiera seguido firmando dieces hasta mi jubilación, porque en estos años nunca más me dijeron nada sobre mis programaciones ni mi método de evaluación». «Ni los padres ni los alumnos se han quejado nunca de mi sistema», sostiene.
Pozuelo, que cuenta con el apoyo de 75 docentes que han firmado un documento a su favor, ha recurrido la suspensión, aunque desde este mes de septiembre da clases en el Centro Integrado de Formación Profesional de Hostelería de Gijón, donde había pedido el traslado hace años.
