Secuestrada, prostituida y violada en un piso

28 de junio de 2022 a las 09:53h

Los Mossos d'Esquadra detuvieron en la madrugada de este lunes en Barcelona a un hombre por presuntamente retener ilegalmente a una mujer y violarla. La víctima explicó que llevaba al menos desde el 22 de junio encerrada en un piso para prostituirse, pero que el hombre que la custodiaba la había agredido sexualmente, según ha publicado 'El País' y han confirmado a la ACN fuentes policiales. La mujer está siendo atendida por los servicios sociales de la ciudad. El detenido, de 49 años, estaba en el domicilio en el momento de la actuación policial y declaró que solo habían tenido una discusión. La pelea se produjo porque, según la víctima, pidió salir a la calle y él se negó. La investigación sigue abierta por los Mossos d'Esquadra y no se descartan más detenciones.

La alerta llegó en la madrugada del domingo al lunes, cuando vecinos de la calle Fabra y Puig, en Nou Barris, llamaron al teléfono 112, alertando que escuchaban a una mujer gritar, muy nerviosa, en unos bajos del bloque de pisos. Al llegar una patrulla al domicilio, la mujer explicó que llevaba días retenida, custodiada por un hombre que no la dejaba salir y que apenas le daban de comer. También relató que su vigilante la había violado.

La mujer, a pesar de ello, se había mostrado reacia a denunciar su situación porque, según explicó, había decidido ella misma prostituirse en una habitación del domicilio propiedad de una tercera persona. Sin embargo, la encerraron, no tenía llaves del piso y si quería salir tenía que pedir permiso al detenido, cosa que no le permitieron hacer en ninguno de los cinco días en que estuvo en el domicilio. Ni siquiera podía salir a comprar comida, y tenía que conformarse con lo que le daban. La mujer demostró a la policía parte de lo que explicaba con audios y mensajes de whatsapp en los que relataba su situación.

Tampoco se atrevía a denunciar la agresión sexual por el hecho de prostituirse. Explicó que el día antes de la pelea que desencadenó la intervención policial, el vigilante, que inicialmente le dijeron que la protegería por si tenía conflictos con los clientes, manifestó su deseo de mantener relaciones sexuales, sin pagar, ya que se prostituía. Ella se negó, pero teniendo en cuenta la actitud agresiva del hombre, según explicó a los Mossos, acabó accediendo en contra de su voluntad.