Las personas no vacunadas no pueden acudir a muchos sitios por las últimas restricciones. Por ejemplo, no les dejan entrar en varios establecimientos si no presentan el pasaporte Covid. Por eso, la gente ha empezado a ser creativa para poder presentarlo como falsificarlo o lo último: ir a vacunarse con un brazo de silicona.
El hombre acudió al lugar de su vacuna y se sentó en la silla. Al apartarse la ropa para ponerse la dosis, la enfermera sospechó que el brazo no parecía verdadero por el color y el tacto de la piel. El hombre, que era negacionista, solo quería tener la vacuna (aunque en un brazo falso) para poder obtener el pasaporte Covid. El centro lo denunció por fraude.