Quedan pocos días para la verbena de San Juan y, como es habitual en estas fechas, ya se empiezan a oír petardos por la calle. Las casetas de venta de pirotecnia ya han podido abrir días antes para evitar aglomeraciones y la situación excepcional provocada por la covid-19 ha hecho que se haya incrementado la venta por internet.
Como cada año, el hecho de tirar petardos los días antes de la verbena de San Juan genera controversia, sobre todo en lo que se refiere a las personas que tienen animales, ya que nuestras mascotas son las que más sufren. También las personas mayores o que tienen problemas cardíacos. Esto provoca que mucha gente se pregunte si se debería prohibir o regular más estrictamente el hecho de tirar petardos los días antes de la verbena de San Juan.
Lo cierto es que la normativa sobre el uso de pirotecnia recae en los ayuntamientos y esto provoca una disparidad de criterios en su regulación. Sin embargo, la gran mayoría de consistorios coinciden en una serie de prohibiciones: no tirar petardos cerca de la cara, del cuerpo o agarrados con la mano; no encenderlos dentro de las casas o lanzarlos desde balcones o ventanas; no lanzarlos contra personas o bienes ni colocarlos en mobiliario público; no hacerlos estallar dentro de elementos que puedan generar la dispersión de objetos o no lanzarlos a menos de 500 metros de una zona boscosa.
No obstante, algunos ayuntamientos son más estrictos y tienen otras medidas como la prohibición de lanzarlos en la calle o cerca de una residencia geriátrica. Otros fijan una limitación horaria para poder tirar los petardos. Y algunos consistorios, incluso, prohíben tirar petardos fuera de fechas señaladas.
