El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha hecho un llamamiento a la máxima unidad institucional y social para "hacer más fuerte el país" y "centrar las energías en aquello realmente importante", en un discurso institucional con motivo de la Diada Nacional de Cataluña marcado por la apelación a la convivencia, el despliegue del autogobierno y la necesidad de superar la división política.
Desde el Salón Virgen de Montserrat del Palau de la Generalitat, en un año especialmente simbólico por el Mil·lenari de Montserrat, Illa ha vuelto a situar la cohesión como eje vertebrador de su proyecto político. En un escenario cargado de simbolismo, ha afirmado que "Cataluña nunca se ha dejado llevar por la intolerancia y tampoco permitiremos que lo haga ahora", reivindicando una nación "viva", hecha de "continuidades y novedades", que "no excluya a nadie".
Unidad para una nueva financiación
Uno de los mensajes centrales del discurso ha sido la reclamación de un nuevo modelo de financiación para Cataluña. Sin mencionar explícitamente ninguna formación política, Illa ha recalcado que es imprescindible el apoyo de "todas las fuerzas que defienden el autogobierno y la mejora de la financiación", una referencia clara a la necesidad de sumar voluntades.
Con un tono conciliador, Illa ha insistido en que el nuevo sistema debe servir para "desplegar plenamente las competencias que le corresponden sin rehuir ninguna responsabilidad", remarcando que esta reforma debe contribuir a "la prosperidad compartida con el resto de España". Y ha añadido: "Cataluña se hará escuchar no porque grite más, sino porque seremos ejemplo a seguir en beneficio de toda la ciudadanía".
Referencia implícita a Puigdemont y a la pluralidad política
A pesar de no mencionar directamente al expresidente Carles Puigdemont, Illa ha apostado por un escenario de plena participación de los líderes políticos elegidos democráticamente. "Hay que garantizar la pluralidad de la sociedad, la política con la participación de todos los actores políticos elegidos por los catalanes", ha afirmado, en una alusión a la necesidad de incluir a aquellos líderes aún pendientes de amnistía, como el mismo Puigdemont u Oriol Junqueras.
Este posicionamiento se enmarca en la apuesta del presidente por una "Cataluña de todos y con todos", donde la reconciliación política vaya acompañada de un respeto firme al marco legal e institucional.
Las prioridades de un país centrado
En un ejercicio de concreción, Illa ha detallado las prioridades de su ejecutivo para la próxima etapa: prosperidad económica, acceso a la vivienda, seguridad ciudadana, apoyo a las familias, impulso a la investigación y al sector agroalimentario, y refuerzo del estado del bienestar. Ha defendido que "es el momento de centrar Cataluña, de la Cataluña centrada", un concepto que ha repetido con voluntad de marcar perfil propio dentro del escenario político catalán.
Ha destacado también el compromiso del Gobierno con la atención a las personas mayores, una educación de calidad, y la conexión de todo el territorio, como pilares de una Cataluña moderna, inclusiva y equitativa.
El catalán como lengua de cohesión
El presidente ha reconocido que la situación del catalán representa "un reto grande", pero ha manifestado su confianza en el futuro de la lengua propia del país: "El catalán debe seguir siendo la lengua inclusiva, propia y transversal del país, porque en una sociedad global como la nuestra el catalán enriquece y suma".
Emergencia climática y memoria de las víctimas
El discurso también ha tenido espacio para recordar los efectos devastadores de los incendios de este verano, que han dejado víctimas mortales y han puesto a prueba los servicios de emergencia. Illa ha expresado su pésame a las familias de los afectados y ha valorado la tarea de los profesionales que han luchado contra el fuego, afirmando que "la solidaridad, como el fuego, no entiende de fronteras", en referencia también a la colaboración de los Bomberos de la Generalitat con otros territorios.
Compromiso con la paz y los valores europeos
En clave internacional, Salvador Illa ha denunciado con contundencia la situación en Gaza: "Cataluña no puede ni quiere callar ante el genocidio que sufre el pueblo palestino a manos del gobierno de Israel", ha dicho, reclamando una "política más decidida" por parte de la Unión Europea, alineada con sus valores fundacionales.
Un mensaje de esperanza
El mensaje institucional se ha cerrado con una referencia a la obra Aurea Dicta de Miquel Barceló y, en concreto, a la palabra "Esperanza", escogida por el presidente entre los 562 aforismos del libro como símbolo de futuro y confianza. Un final que busca transmitir optimismo y voluntad de construir un país más cohesionado, justo y con voz propia en el mundo.