Técnicos forestales de Agricultura han visitado durante las últimas semanas parcelas del Pirineo para evaluar la salud de los bosques catalanes a través de una red de parcelas (8x8CAT) con 9.000 árboles. Ya han realizado el 80% de los trabajos de campo de la campaña de 2025 y la primera conclusión que han extraído es que "la salud de los bosques catalanes está empeorando" y aún evidencian los efectos de la sequía. Los últimos datos completos son los de 2024, que muestran el doble de árboles muertos (3,4%) que en 2022 y 2023. El jefe de la sección de Sanidad Forestal de Agricultura, Jorge Eras, ha dicho que la gestión forestal favorece la vitalidad de los bosques y les permite afrontar mejor situaciones de riesgo como incendios forestales o sequías.
La Red de seguimiento de bosques de Cataluña (8x8CAT) está constituida por parcelas distribuidas por todo el territorio catalán que se analizan desde hace 10 años. Actualmente, la red tiene 383 parcelas (8.976 árboles) separadas entre sí por una distancia de 8 km.
Cada parcela está constituida por 24 árboles. Se evalúa la defoliación y fructificación y se identifican los agentes patógenos que les puedan estar afectando. Con estos datos, se puede establecer si hay daños que estén afectando a los árboles. En la red 8x8CAT, la especie más abundante es el pino blanco con 2.633 ejemplares, y las encinas y carrascas con 1.522 árboles.
La defoliación
La defoliación es la pérdida de hojas respecto al nivel óptimo, y es uno de los principales indicadores del estado de salud de los árboles. El año 2024 se constató que la defoliación había empeorado en 66 parcelas (18%) y había mejorado en 25 (9%) respecto al año anterior. Desde 2020, cuando se completó la densificación de la red 8x8CAT, se observa una tendencia leve pero sostenida al empeoramiento general.
Por esta razón, es fundamental mantener un sistema de monitorización estable y continuo en el tiempo, que permita disponer de diagnósticos rigurosos y anticipar posibles escenarios de riesgo. Las parcelas se visitan cada año para evaluar el estado fitosanitario, la regeneración y el estado de los bosques. Y cada 5 años miden datos de diámetro y de altura, entre otros para ver la evolución y el crecimiento de los bosques.
Las zonas más afectadas de Cataluña son las Tierras del Ebro o la costa del Garraf, pero zonas pirenaicas, como abetales del Valle de Arán se están viendo "muy perjudicadas" por la falta de precipitación u olas de calor, ha explicado el jefe de la sección de Sanidad Forestal.
Jorge Eras ha explicado que disponer de diagnósticos rigurosos debe permitir anticipar posibles escenarios de riesgo y ha añadido que "la gestión forestal favorece la vitalidad de los bosques y les da herramientas para afrontar los incendios forestales". La silvicultura activa reduce la vulnerabilidad de los bosques ante plagas y enfermedades, y contribuye a prevenir riesgos asociados, como el aumento de la carga de combustible y, por lo tanto, la peligrosidad de los incendios forestales.
El análisis de los técnicos confirma una tendencia creciente de problemas fitosanitarios en los ecosistemas forestales. Estos impactos son provocados tanto por condiciones meteorológicas extremas (sequía, granizadas, ventoleras, tormentas) como por el aumento de afectaciones causadas por plagas y enfermedades.
Una red con más de 8.500 árboles en toda Cataluña
Los objetivos que persigue esta red es realizar un balance periódico sobre la variación del estado de los bosques, tanto en el espacio como en el tiempo, y establecer la relación con los factores de estrés, entre los cuales la contaminación atmosférica o la acción de determinados agentes patógenos. Este objetivo se consigue mediante la medición de una reducida serie de parámetros sobre las condiciones ecológicas de la estación y la vitalidad del arbolado.
Además, también aporta datos sobre algunos aspectos de la biodiversidad forestal, los cambios en los ecosistemas forestales y la integración o harmonización con otros sistemas de información forestal existentes.