Red Eléctrica Española (REE) ha enviado un mensaje de tranquilidad afirmando que no hay “riesgo de apagón ni inminente ni generalizado” tras detectar en las últimas semanas “variaciones bruscas de tensión” en el sistema eléctrico español.
En una publicación en X, la compañía ha confirmado que estos cambios están dentro de los límites admisibles, pero ha destacado la necesidad de modificar algunos procedimientos para reforzar la robustez del sistema. Estas variaciones, a pesar de estar dentro de los márgenes establecidos, pueden tener efectos en la seguridad del suministro y causar desconexiones que podrían desestabilizar el sistema eléctrico.
Esta situación llega medio año después del apagón masivo que afectó a España, Portugal y parte del sur de Francia el pasado mayo, y ha provocado que REE solicitara permiso a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para implementar “modificaciones urgentes” en varios procedimientos operativos. Estas actuaciones son necesarias para gestionar los cambios que ha experimentado el sistema eléctrico, como el crecimiento de las instalaciones con electrónica de potencia y el incremento del autoconsumo, que han alterado el comportamiento de la red.
Aunque la CNMC ha autorizado la introducción de los cambios, la medida podría incrementar la factura del consumidor final, ya que algunos ajustes podrían reducir la competencia y elevar los costes en los mercados. Estas modificaciones se implementarán de manera excepcional y temporal, mientras se buscan soluciones a largo plazo para estabilizar el sistema eléctrico.