Retiran varios lotes de un medicamento producido en Cataluña por defectos de calidad

La Aemps ordena la retirada del producto tras detectar una impureza fuera de límites, un defecto de calidad clasificado como clase 2

07 de diciembre de 2025 a las 13:43h

La retirada de un medicamento no es nunca una decisión menor, y menos aún cuando se trata de un fármaco ampliamente utilizado en el tratamiento de la salud mental. Las autoridades sanitarias españolas han ordenado retirar del mercado tres lotes de Duloxetina Pensa Pharma 60 mg, después de haberse detectado una impureza por encima de los límites establecidos en los controles de calidad. La medida afecta a un número considerable de envases que ya se habían distribuido por todo el Estado.

La Duloxetina Pensa Pharma es un medicamento prescrito habitualmente a personas adultas que padecen depresión, trastorno de ansiedad generalizada —una sensación constante de preocupación o nerviosismo— y dolor neuropático de origen diabético. Este último, a menudo descrito como quemazón, pinchazos o descargas, puede resultar altamente incapacitante.

Según ha informado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), los lotes afectados son:

  • 231514 (caducidad: 31 de mayo de 2026) – envase de 56 cápsulas
  • 240603 (caducidad: 30 de noviembre de 2026) – envase de 56 cápsulas
  • 231441 (caducidad: 30 de junio de 2026) – envase de 28 cápsulas

El fármaco está fabricado por Towa Pharmaceutical Europe SL, con sede en Martorell, uno de los principales hubs farmacéuticos del país. Según la Aemps, la incidencia no supone un riesgo vital para los pacientes, pero la legislación obliga a retirar cualquier producto que presente un defecto de calidad, especialmente cuando afecta a un principio activo tan extendido.

La clasificación del defecto como clase 2 implica un riesgo moderado que requiere una respuesta rápida. En función de la gravedad, la Aemps divide los defectos en tres categorías: clase 1 (más graves), clase 2 (intermedios) y clase 3 (menos relevantes). En este caso, la retirada es preventiva pero obligatoria.

Las unidades que ya se encuentran en las farmacias deben ser devueltas al laboratorio, y los pacientes que tengan envases de los lotes afectados en casa deben llevarlos a su establecimiento farmacéutico. No es necesario interrumpir el tratamiento, ya que el resto de lotes disponibles no se ven afectados. Aun así, los profesionales recomiendan consultar al médico o la farmacia en caso de dudas.

Todo ello evidencia la importancia de los mecanismos de control que, aunque invisibles para la ciudadanía, velan constantemente para que los medicamentos que llegan a los pacientes sean seguros y cumplan los estándares más estrictos.