El inicio de la semana está siendo marcado por la complicada situación de la movilidad en las principales carreteras de la red viaria de Cataluña. Las carreteras AP-7, C-31 y C-31, entre otras, están muy afectadas por accidentes y averías que han generado colas kilométricas y retenciones.
Uno de los accidentes más importantes se ha producido en la C-31, entre Badalona y Montgat, a las siete y media de la mañana. El incidente ha obligado a cortar un carril y ha generado colas de hasta dos kilómetros en dirección Barcelona. Mientras, la AP-7 también ha registrado importantes retenciones por un accidente a la altura de Montmeló, con un atasco de más de 13 kilómetros que ha afectado al tráfico desde Cardedeu hasta Montmeló, en dirección sur. A consecuencia de este siniestro, el enlace con la C-60 también ha quedado muy colapsado, con retenciones de casi 6 kilómetros.
En la C-32, un vehículo averiado ha obligado a cortar un carril entre Premià de Dalt y Teià, en sentido Barcelona, provocando retenciones de 1 kilómetro, y un accidente entre Gavà y Sant Boi de Llobregat, ha provocado congestión de más de 6 kilómetros. Además, en la C-31, a la altura de Castelldefels, también hay un carril cortado en sentido Barcelona por un vehículo averiado, añadiendo más dificultades a la circulación, y las retenciones en la C-31 también se han expandido entre Viladecans y El Prat.
El Servicio Catalán de Tráfico ha alertado de la situación y ha recomendado a los conductores que eviten estas vías si pueden y que busquen rutas alternativas para reducir el impacto de las retenciones. Las autoridades están trabajando para desalojar las vías lo antes posible.