La "reflación" arrasa los productos navideños: Menos turrón, más caro

Uno de los casos más destacados es el del turrón de chocolate Suchard, que ha sufrido una subida de precio alarmante

10 de noviembre de 2025 a las 10:22h
Actualizado: 10 de noviembre de 2025 a las 10:38h

La temporada navideña de 2024 llega con una sorpresa amarga para los consumidores: la práctica de la “reduflación”, un fenómeno que combina el aumento de precios con la reducción de la cantidad de los productos, ha afectado numerosos dulces tradicionales de Navidad. Las marcas más conocidas de turrones y bombones se han sumado a esta estrategia comercial ya hace años, que se traduce en menos producto por más dinero, con el impacto directo en el bolsillo de las familias.

Uno de los casos más destacados es el del turrón de chocolate Suchard, que ha sufrido una subida de precio alarmante, según un estudio llevado a cabo por FITstore. Si hace cinco años su coste era de 3,99 euros por 260 gramos, en la actualidad el precio continúa siendo el mismo, pero el peso de la tableta se ha reducido a 230 gramos, una disminución del 11,5%. Esto supone una subida del precio por kilo de casi el 13%, que puede pasar desapercibida para muchos consumidores, ya que el envase sigue siendo aparentemente el mismo.

"Lo que estamos viendo es un engaño sutil", explica Luis Cañada, CEO de FITstore, una compañía española de referencia en el ecommerce de la fit-food saludable. "Los fabricantes mantienen los precios, pero esconden la subida a través de la mengua del producto más pequeño. Es un tipo de práctica que, aunque no siempre es evidente para el consumidor, hace que el impacto en el presupuesto familiar sea notable".

Este tipo de "reflación" no se limita al turrón. Bombones de marcas como Lindt y Nestlé también siguen el mismo camino ya hace tiempo. El año pasado de hecho, FACUA advirtió que la popular Caja Roja de Nestlé, por ejemplo, ha disminuido la cantidad de bombones por caja y ha elevado los precios, a pesar de que el producto parece mantener la misma apariencia externa. 

Una de las causas de este aumento de precios, aparte de la inflación general, es el precio del cacao, que ha registrado aumentos desorbitados debido a problemas en las cosechas en países productores como Ghana y Costa de Marfil. Estos contratiempos climáticos han hecho que la tonelada de cacao alcance los precios más altos de la historia, aumentando directamente los costes de producción de todos los productos que lo contienen. Pero el problema no acaba aquí, ya que también se suman los costes de transporte, la energía e incluso los embalajes, que no paran de subir.

El hecho de que la reducción de la cantidad no vaya acompañada de una explicación clara o de un etiquetado transparente ha hecho que las organizaciones de consumidores, como FACUA, reclamen una modificación de las leyes de etiquetado, para obligar a las empresas a informar claramente sobre el cambio de peso y precio de los productos.

"La transparencia es fundamental", asegura FACUA en un comunicado. "Los consumidores tienen derecho a saber qué están comprando y a poder comparar precios de manera justa. No se puede ocultar la reducción del producto sin informar de ello al consumidor". En otros países, como Francia, las leyes ya obligan a las marcas a informar de cualquier cambio en el peso o la cantidad de los productos durante un período largo de tiempo.

Con todo, la oferta navideña parece ser cada vez más una operación comercial que se distancia de la tradición y de la transparencia. Los consumidores, que ya hace años que se enfrentan a subidas de precios en casi todos los productos alimentarios, ahora ven cómo también el turrón y los bombones se añaden a esta lista. 

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Maria Lorenzo
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