La red invisible que salva vidas: por qué es necesario transformar el saneamiento

Las redes de saneamiento municipales tienen, de media, más de 50 años, y solo se renuevan a un ritmo del 0,7 % anual. El cambio climático y el envejecimiento de las infraestructuras obligan a actuar con urgencia

19 de noviembre de 2025 a las 07:00h
Actualizado: 19 de noviembre de 2025 a las 07:49h
Equipo robotizado con cámara de circuito cerrado de televisión (CCTV)
Equipo robotizado con cámara de circuito cerrado de televisión (CCTV)

El saneamiento, a menudo invisible a nuestros ojos, es una infraestructura básica que nos permite garantizar la salud de las personas y del planeta. Los sistemas de alcantarillado y de depuración constituyen la columna vertebral de los municipios para prevenir enfermedades y garantizar la protección del medio ambiente, pero esta telaraña subterránea también se enfrenta a grandes desafíos.

En el Día Mundial del Saneamiento, que celebramos el 19 de noviembre, Naciones Unidas nos recuerda la necesidad de dotarnos de sistemas de saneamiento inclusivos, sostenibles y resilientes. Asimismo, destaca la urgencia de desarrollar infraestructuras de saneamiento que puedan resistir los embates del cambio climático, reduzcan las emisiones contaminantes y protejan simultáneamente el medio ambiente y la salud de las personas. Ante el creciente deterioro de unas infraestructuras envejecidas y una inversión pública insuficiente, es necesario fortalecer los sistemas, con una financiación sostenida e incorporando soluciones punteras. 

El saneamiento en Cataluña

La mayoría de redes de alcantarillado de los municipios catalanes superan los 50 años de antigüedad, pero solo se renuevan a un ritmo del 0,7 % anual, lo que implica una vida útil teórica de más de 140 años. Además, un 33,4 % de los municipios no disponen ni siquiera de una tasa específica de alcantarillado para financiar el servicio. Y, si la tienen, en la mayoría de los casos están infrafinanciadas. 

Foto 2 Equip d'inspecció de sanejament amb dron
Foto 2 Equip d'inspecció de sanejament amb dron

Por otro lado, la normativa obliga a 81 sistemas de saneamiento, que incluyen cerca de 300 municipios catalanes, a desarrollar planes integrales de gestión de los sistemas de saneamiento (PIGSS) para evaluar el estado de las infraestructuras antes de intervenir en ellas. Estos planes facilitarán, a medio y largo plazo, la implementación de sistemas de seguimiento y mejora, así como de infraestructuras destinadas a reducir los desbordamientos. En conjunto, esto representa una oportunidad para modernizar las instalaciones y optimizar la gestión de las aguas residuales y pluviales, y evitar, así, impactos ambientales como vertidos o inundaciones. 

Paralelamente, la nueva directiva europea de tratamiento de aguas residuales urbanas (DARU) exige depuradoras más eficientes y capaces de eliminar contaminantes emergentes como microplásticos, fármacos y resistencias antibióticas.

El mensaje es claro: es el momento de transformar el saneamiento. La inversión necesaria es millonaria, pero el coste de no hacerlo es incalculable en cuanto a salud pública, medio ambiente y vidas humanas.

La innovación como motor de cambio

Agbar, como parte del grupo Veolia, impulsa la transformación digital del saneamiento en Cataluña. La compañía está reforzando la resiliencia y la eficiencia de estos sistemas en 150 municipios catalanes, en los que gestiona 9000 kilómetros de red de alcantarillado y donde incorpora tecnología de última generación, como la IA o la robótica, tanto en la inspección como en el mantenimiento de las infraestructuras subterráneas. Algunas de las soluciones más destacadas serían los robots de inspección con cámaras de circuito cerrado de TV (CCTV), los drones y vehículos autónomos equipados con sensores y escáner láser, y los robots para la limpieza y el mantenimiento de tuberías. Estos avances reducen riesgos, mejoran la detección de problemas, permiten planificar mejor el mantenimiento y tomar decisiones basadas en datos, haciendo así las inspecciones más rápidas y eficientes.

Un caso concreto de aplicación de estas tecnologías es el proyecto e-READAPTA en Rubí, financiado con fondos europeos Next Generation. El proyecto prevé la instrumentación y la sensorización de 30 puntos de vertido para monitorizar en tiempo real la calidad de las aguas residuales, el caudal y posibles desbordamientos, así como la instalación de 30 sistemas de retención de sólidos para evitar el vertido de residuos como toallitas o bolsas de plástico. Una actuación pionera es la implementación de visión por computador en dos estaciones de bombeo y un sistema de retención, que optimizará la limpieza de forma inteligente.

Captura de pantalla 2025 11 11 120121

Pero la transformación también llega a las depuradoras, que evolucionan hacia el modelo de ecofactoría. Mediante la sensorización y la automatización, Agbar centraliza toda la información en un repositorio digital que permite disponer de información en tiempo real y crear un gemelo digital. El sistema incorpora algoritmos de inteligencia artificial que optimizan la operación y el mantenimiento. El resultado: depuradoras más eficientes, con menor consumo energético y mejor calidad del agua.

Cuando el saneamiento protege la salud pública

La gestión del saneamiento también puede contribuir a resolver problemas de salud pública. Por este motivo, la compañía trabaja en proyectos de innovación para tratar problemáticas que impactan en los sistemas de saneamiento. El proyecto europeo LIFE GENESYS es un ejemplo pionero: Agbar, a través de Cetaqua y Aigües Sabadell, colabora con el Hospital Parc Taulí de Sabadell para prevenir la diseminación de contaminantes emergentes de las aguas residuales hospitalarias en los sistemas de saneamiento y en el medio.

El proyecto hace un seguimiento de fármacos, bacterias resistentes y genes de resistencia a los antibióticos, y está construyendo una planta de tratamiento innovadora en el hospital capaz de eliminar estos compuestos antes de que circulen por la red de alcantarillado y lleguen a las depuradoras o al medio ambiente. Es el primer sistema de este tipo en España que trata las aguas residuales hospitalarias en origen, y se avanza a la legislación futura, ya que actualmente los hospitales no tienen la obligación de disponer de estos sistemas.

Además, se trabaja en una plataforma digital con inteligencia artificial para monitorizar estos compuestos, ligar su presencia con las prescripciones de medicamentos y generar alertas preventivas de riesgo de resistencias. Esta iniciativa pionera, financiada por la Unión Europea, contribuye a proteger la salud pública y la calidad del agua, manteniendo así la eficacia de los antibióticos y reforzando la sostenibilidad del ciclo integral del agua.

Un reto invisible pero imprescindible

La tecnología y la innovación son herramientas fundamentales para conseguir un saneamiento más efectivo y robusto, que beneficie tanto al medio ambiente como a la salud pública. En el Día Mundial del Saneamiento toca recordar que todavía queda mucho por hacer. A pesar de los progresos alcanzados, hay que seguir apostando por infraestructuras preparadas para afrontar los impactos del cambio climático y preservar la salud colectiva. Hace falta una financiación adecuada, visión a largo plazo y compromiso. Y es que, bajo tierra, hay una red que opera de manera invisible, pero que resulta imprescindible para construir un mundo más seguro y sostenible.

Sobre el autor
C CIUTAT
Redacció
Ver biografía
Lo más leído