El Departamento de Justicia estudia poner en marcha en 2022 una prueba piloto que consistirá en colocar brazaletes con detectores GPS a los violadores encarcelados cuando salgan de permiso. Así se pretende controlar su ubicación y evitar que reincidan.
Lo ha explicado en TV3 la consejera de Justicia, Lourdes Ciuró, que ha detallado que se quiere "detectar este eventual riesgo" de delinquir y "volver a ingresarlo" en la prisión.
Los brazaletes no solo permitirán geolocalizar a los presos, sino que también avisarán a los Mossos d'Esquadra si se acercan a una víctima o a lugares que tienen prohibidos.