La sequía hará caer al menos un 40% la cosecha de uva para hacer cava, según las estimaciones de viticultores y elaboradores. El sector ve con “mucha preocupación” la falta de lluvias: desde agosto se ha acumulado una media de 100 l/m2, mientras que la cifra idónea debería rondar los 500 litros.
“Es catastrófico”, afirma a la ACN el representante de la viña y el vino en Unió de Pagesos. El sindicato avisa de que, si no llueve en quince días, las pérdidas podrían alcanzar el 80%.
Más cautelosa es la AECAVA, que confía en salvar más de la mitad de la vendimia. Agricultores y patronal instan a la Generalitat a facilitar ayudas para compensar las pérdidas en el campo y también para adaptar los cultivos a medio plazo.
La DO Cava, a su vez, evita valorar los efectos de la sequía.