Los municipios de la R3 exigen un transporte alternativo "fiable" y más inversión para acelerar el desdoblamiento

"Nos sentimos abandonados y de segunda", denuncia el alcalde de Manlleu, Arnau Rovira, que recuerda que los municipios del tramo donde aún no hay desdoblamiento proyectado quedan desatendidos

30 de septiembre de 2025 a las 09:33h
Actualizado: 30 de septiembre de 2025 a las 09:34h

A solo una semana del inicio del macrotall de la R3 entre Parets del Vallès y la Garriga, los alcaldes de los municipios afectados viven la situación con sentimientos contrapuestos. Celebran que finalmente comiencen las obras de desdoblamiento de una línea “muy deficitaria”, pero a la vez dudan de que el transporte alternativo con buses garantice la puntualidad y la fiabilidad que necesitan miles de usuarios cada día.

“Nos sentimos abandonados y de segunda”, denuncia el alcalde de Manlleu, Arnau Rovira, que recuerda que los municipios del tramo donde aún no hay desdoblamiento proyectado quedan desatendidos.

Preocupación en la Garriga y Vic

El corte tendrá como punto de partida la Garriga, que dará servicio también a municipios cercanos como el Figaró y la Ametlla. Su alcaldesa, Meritxell Budó (Junts), alerta de que el plan alternativo es “insuficiente”: “Necesitamos que esté bien dimensionado y dé el servicio que ahora da Rodalies, y esto no lo tenemos garantizado”. Recuerda que en el anterior corte había más de un bus por hora en horas punta, cosa que ahora no está prevista.

En Vic, el alcalde Albert Castells califica el corte de “reto enorme” y lamenta que no se haya trabajado con suficiente previsión: “Lo vivimos con mucha incertidumbre”. Castells reclama que se garantice plaza a todos los usuarios que pagan billete y advierte de que lo que más temen es la “improvisación y la desinformación”.

Centelles y Parets, más optimistas

El tono es diferente en Centelles, uno de los nodos principales del corte, donde los usuarios cambiarán del tren al bus. Su alcalde, Josep Paré (PSC), asegura que toman la situación con “solidaridad” e “ilusión”: “Estamos en un escenario que entre 2030 y 2035 el desdoblamiento puede quedar consolidado y de aquel discurso de ser una línea que no se hacía nada, ahora se está haciendo muchísimo”.

En Parets del Vallès, el alcalde Francesc Juzgado (PSC) apunta que el objetivo es “minimizar las molestias a los usuarios” y defiende que la comunicación con ADIF, Renfe y Generalitat es constante. A pesar de los obstáculos de la nueva estación provisional, confía en el resultado: “Las molestias no nos gustan, pero la envergadura y el resultado nos lo hará olvidar cuando esto esté terminado”.

Obras que llegan “décadas tarde”

Los alcaldes coinciden en que las obras son positivas, pero lamentan el retraso. “Es un servicio más propio del siglo XX que del XXI, y las obras llegan tarde y de manera insuficiente”, denuncia Meritxell Budó.

“No será el último, vendrán más”, añade Albert Castells, que reclama prioridad para Osona: “Necesitamos prosperar: somos un territorio que ha crecido demográficamente, con miles de personas que se desplazan y sin tener las infraestructuras que nos merecemos”.

También Francesc Juzgado insiste en la necesidad de acelerar plazos: “Los usuarios quieren volver a la normalidad y tener una fiabilidad de horarios y que el tren funcione al margen de si un pueblo más arriba ha llovido o nevado, que en la R3 le ha pasado de todo”.

“Ciudadanos de segunda” en el Ripollès y Manlleu

En los municipios donde aún no hay desdoblamiento proyectado, la indignación es máxima. “En Manlleu, nos sentimos abandonados, igual que tenemos la estación de tren, abandonada”, denuncia Arnau Rovira, que lamenta la degradación del edificio: “Parece que deba caer, no tenemos bar ni lavabos”. El alcalde reclama una línea directa de bus a Barcelona durante el corte y acusa a las instituciones de menospreciarlos: “Sentimos que la Generalitat y, sobre todo, el estado español nos trata como ciudadanos de segunda y es intolerable”.

Un discurso compartido por Meritxell Budó, que avisa de que “hay ciudadanos de primera y de segunda, y que no todos los territorios tienen la misma consideración a la hora de aportar soluciones”.

En Ripoll, la alcaldesa Sílvia Orriols (AC) admite que las obras “no gustan a nadie”, pero reconoce que son necesarias. Celebra la creación de una oficina técnica de seguimiento, pero se muestra crítica: “La capital ripollesa es el asno de los golpes”, ya que no se beneficiará del desdoblamiento ni del aumento de frecuencias.

El polémico taller de trenes en Ripoll

El nuevo taller de reparación de convoyes que se está construyendo en Ripoll es otro foco de debate. Orriols alerta de que “privará visualmente la calle Progrés de la carretera Barcelona y ocasionará molestias a los vecinos, con tráfico de camiones”, y denuncia diferencias entre el anteproyecto y el proyecto ejecutivo.

Renfe lo desmiente y asegura que la altura definitiva de 10,3 metros solo se fijó en el proyecto constructivo, con una cubierta “a dos aguas y con una perspectiva suavizada” para minimizar el impacto visual.

Sobre el autor
cropped Projecte nou 5 300x300
Maria Lorenzo
Ver biografía
Lo más leído