El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha confirmado la pena de once años de prisión contra un hombre que mató con 14 puñaladas a otro individuo en un piso de Barcelona en octubre de 2020.
Además, el acusado descuartizó el cuerpo y lo quiso esconder, pero fue detenido antes por supuestos robos. La pena fue más baja que en otros homicidios porque se tuvo en cuenta su grave y larga adicción a la cocaína. El TSJC ha confirmado plenamente la condena.
Según la sentencia, el acusado, Óscar U.G., vivió como inquilino hasta principios de octubre de 2020 en un piso de Barcelona, y después se trasladó a otro piso del mismo edificio. Sin embargo, no entregó a la propietaria las llaves del primer piso.
El 16 de octubre el hombre se citó con otro individuo en el primer piso, que estaba vacío, entre las 9 y las 10 de la noche. Después de mantener una fuerte discusión que tenía el acusado con el visitante, lo atacó con un cuchillo de 15 centímetros de largo y le clavó 14 veces en varias partes del cuerpo como el tórax, el abdomen, el cuello y el brazo izquierdo, lo que le causó la muerte.
El acusado abandonó el cuerpo allí y se marchó. Con las mismas llaves volvió al piso días después para limpiarlo y manipular el cadáver. Introdujo la cabeza de la víctima y las piernas en unas bolsas de basura. Se quería deshacer del cadáver, pero antes fue arrestado por la policía el 27 de octubre por varios robos y fue encarcelado.
El cuerpo de la víctima fue descubierto el 10 de noviembre por mossos d’esquadra que habían sido alertados por una vecina del inmueble por el mal olor que desprendía el piso a causa del avanzado estado de descomposición del cadáver.
La sentencia también reconoce que el acusado tenía una larga y grave adicción a la cocaína, que afectaba sus capacidades psíquicas y la voluntad en general.
