Los jóvenes millennials y de la generación Z tienen una tendencia más marcada en definirse fuera de la heterosexualidad, con un crecimiento destacado de la bisexualidad, según concluye un estudio con participación de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la de Toronto. El trabajo analiza cómo la identificación sexual entre los jóvenes catalanes está cambiando y cómo factores como el género, la generación y la ideología influyen. Los resultados muestran que más del 25% de las mujeres de la generación Z se identifican como no heterosexuales, porcentaje que duplica el de los milaños. Los hombres, en cambio, se identifican mayoritariamente con la heterosexualidad.
La investigación se basa en dos encuestas oficiales realizadas en 2017 y 2022 a un grupo de 4.000 jóvenes catalanes de estas dos generaciones —los milagros son los nacidos entre principios de los 80 y mediados de los 90, y los de la generación Z entre mediados de los 90 y finales de 2000—. Está liderada por la profesora del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales y directora del Grupo de Investigación en Género y Desigualdades (GRETA) de la UPF, Maria Rodó-Zárate, y la estudiante de doctorado de la Universidad de Toronto y máster en Investigación en Ciencia Política Joel Cantó Roche. Ambos explican que una de las conclusiones principales es que cada vez más jóvenes optan por identificaciones menos rígidas, de manera que se alejan de etiquetas fijas como 'gay' o 'lesbiana' y se sitúan en posiciones "más abiertas", como la bisexualidad u otras formas de diversidad sexual. Esta tendencia es especialmente fuerte entre las mujeres, "que muestran una mayor predisposición a cuestionar las normas establecidas sobre la sexualidad", apuntan.