Una joven estudiante universitaria de 25 años fue golpeada hasta la muerte mientras le tapaban la cara con una bolsa blanca de supermercado en su cabeza, en un asesinato ocurrido dentro de su propio apartamento. El cuerpo de la chica fue encontrado por un familiar, bajo una pila de mantas en el sofá. El familiar fue a buscarla a su casa después de que no fuera a trabajar y tampoco se supiera de ella en el centro educativo donde estudiaba, en Estados Unidos. El estado de la casa mostraba que allí había ocurrido una pelea. Había marcas de patadas en una puerta de un dormitorio, una mesa rota y un arma descargada en una mesa al lado de la cama, además de manchas de sangre por el suelo del pasillo, con claras evidencias de que alguien intentó limpiarlo. La familia explicó a los agentes que la joven hacía tiempo que convivía con su pareja en aquel apartamento. El hombre de 32 años acabó siendo localizado por las autoridades horas después circulando con su vehículo y, tras una persecución policial, acabó siendo detenido. Después se confirmó que tenía antecedentes en otro caso de violencia doméstica con otra mujer.

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