Los jóvenes también son vulnerables a la Covid-19. Este es el mensaje que, desde hace meses, los profesionales de la Salud tratan de inculcar entre la población. Aunque la incidencia del coronavirus es más elevada en personas de edad avanzada, tal como reflejan las cifras, los daños que presentan algunos jóvenes muestran, sin embargo, que nadie está fuera de peligro de su peligroso alcance.
Al llamado Covid-19 persistente, caracterizado por el mantenimiento de ciertos síntomas residuales durante meses, se suma una serie de secuelas en aquellas personas jóvenes afectadas por el virus al inicio de la pandemia, incluso cuando no presentaban enfermedades ni antecedentes previos.
Una de las principales secuelas detectadas es la fibrosis pulmonar, obligando al paciente a utilizar oxígeno de por vida y "en algunos casos un trasplante pulmonar", tal como explica Esther Gómez, enfermera de Atención Primaria. "Debemos tener en cuenta que un pulmón rígido totalmente cicatrizado conlleva riesgos de hipertensión pulmonar y la consiguiente parada cardíaca", explica.