¿Cuándo alcanzaremos la inmunidad de grupo, momento en que un porcentaje suficientemente elevado de la población está protegida contra la Covid-19 y el virus prácticamente no circula? Probablemente nunca, aunque esto no significa, en absoluto, que deban mantenerse siempre restricciones como las actuales ni que el número de infectados, ingresados y muertos por la enfermedad sea elevado.
Esto es lo que manifiestan la mayoría de expertos, para quienes la aparición de variantes y la relajación de las medidas pueden obligar a convivir con SARS-CoV-2, aunque sin el nivel de amenaza actual.
La inmunidad de grupo se consigue cuando hay un porcentaje elevado de población que por la vacuna o porque ha pasado la enfermedad está inmunizada. No se sabe cuánto tiempo se mantiene ni qué protección da la inmunidad natural -por haber pasado la Covid-19- y el efecto de la vacuna no sería permanente.
Por eso, haber conseguido en cierto momento la inmunidad de grupo no garantiza que se mantenga siempre. Y a esto hay que añadir la aparición de variantes.
La inmunidad de grupo se calcula a partir del Ro -número reproductivo-, que es el número de personas a las que alguien infectado, de media, contagiará la enfermedad. Varía en cada caso. Para el sarampión es entre 12 y 18, para el resfriado común entre 2 y 3 y para la gripe estacional se encuentra entre 0,9 y 2,1, salvo años concretos con un impacto mayor.
Para el SARS-CoV-2, aún no se puede calcular con exactitud y los expertos no dan una cifra concreta, sino un margen muy amplio que se puede encontrar entre 4 y 8. Los primeros meses se pensaba que estaba entre 1,4 y 2,5 pero que podía llegar a 3. Por eso se había dicho que la inmunidad de grupo se conseguiría con un 70% de población vacunada, pero el porcentaje ha ido aumentando.
Si tomamos como valor Ro=2, sería necesario un 50% de personas inmunizadas. Si es 3, se necesita un 77%. Y si es 6, para no ir al valor más elevado, para alcanzar la inmunidad de grupo sería necesario un 84% de vacunados o con inmunidad natural.
Las razones por las que llegar a la inmunidad de grupo es muy difícil son diversas. No se sabe cuánto tiempo dura la inmunidad proporcionada por las vacunas o por una infección. A medida que más gente se va vacunando, también se relajan las medidas de protección y esto puede dar lugar a repuntes, como se ha visto.