Aragón y Cataluña sumaron ayer entre las dos un total de 547 nuevos diagnósticos de infección por coronavirus en las 24 horas anteriores. Juntas representan el 61% del total de casos nuevos que las comunidades autónomas han reportado al Ministerio de Sanidad.
Ambos territorios son, además, el vivo ejemplo de lo que podría ocurrir en cualquier parte de España en las próximas semanas: los casos pueden dispararse porque la Covid nunca se ha ido.
Un mes después de la entrada en la llamada nueva normalidad, en casi todas las provincias españolas se registran más casos que la semana anterior. Más allá de Lleida, donde los datos de esta semana indican que la epidemia comienza a remitir, los diagnósticos crecen especialmente en las provincias con mayor incidencia de la enfermedad.
Huesca es la provincia que en estos momentos se encuentra en un punto más crítico: tiene una tasa de incidencia de 60 contagiados por cada 100.000 habitantes y los casos no paran de crecer.
Después de conseguir frenar los contagios en la segunda semana de julio, se han vuelto a disparar en la tercera y continúan al alza en la cuarta. En cambio en Zaragoza, aunque los contagios siguen en aumento, crecen a un ritmo ligeramente más lento, tal y como afirma La Vanguardia.