El Gobierno ha dado luz verde a la futura Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que implantará dos nuevos impuestos verdes -uno a los envases de plástico de un solo uso y otro a residuos en vertederos e incineración- con el objetivo de reducir en un 15 % la generación de desechos en 2030 respecto a 2010.
El proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que será ahora remitido al Parlamento, incrementará las tasas de reciclaje de residuos municipales 5 puntos porcentuales cada 5 años desde 2020 al tiempo que reducirá los recipientes alimentarios y los vasos de plástico de un solo uso hasta un 70% en 2030.
NUEVOS IMPUESTOS De esta manera, se establecerán nuevos impuestos, uno de ellos a los envases de plástico no reutilizables, a razón de 0,45 euros por kilogramo, y otro al depósito en vertedero e incineración, que puede oscilar entre 1,5 euros y 40 euros por cada tonelada métrica.
Entre los plásticos de un solo uso sujetos a reducción se encuentran los vasos para bebidas, incluidos sus tapas y tapones, y los recipientes alimentarios destinados al consumo inmediato, cuya comercialización debe reducirse un 50% entre 2022 y 2026 y un 70% para 2030.
En cualquier caso, a partir de 2023 se prohíbe su distribución gratuita, debiendo cobrar un precio por cada uno de los productos de plástico que se entregue al consumidor, diferenciando en el ticket de venta.
La norma establece la obligación de que la hostelería ofrezca a sus clientes la posibilidad de agua del grifo, en lugar de envasada, y para las administraciones públicas, la reducción del agua embotellada en sus dependencias y espacios públicos, excepto en centros sanitarios, donde se permitirán envases de un solo uso.
En cuanto a la responsabilidad ampliada del productor del residuo, se encuentra el sistema de depósito, devolución y retorno, las partidas de gestión de residuos y la regulación de responsabilidad para el 2025 de productos como toallitas, globos o artes de pesca.