La Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGIC) ha comparecido este viernes en el Parlamento para mostrar su malestar con el contenido de varios episodios del programa de humor 'Bricoheroes', de TV3, presentado por Jair Domínguez y Peyu. La portavoz de la entidad, Susana Martínez Heredia, ha dicho que no se puede amparar en la libertad de expresión el humor "cuando se convierte en herramienta para fomentar el odio y hacer daño a terceras personas". La FAGIC ha exigido a los órganos de gobierno de la CCMA "disculpas" y "reparación" a través de la emisión de contenidos que ofrezcan otra imagen de su comunidad. En este sentido, han "tendido la mano" a los medios públicos para ayudarles en la difusión de información "que ayude a combatir estereotipos".
La FAGIC ha argumentado que el derecho al honor, la identidad personal y familiar y la propia imagen son preceptos constitucionales que se vieron inculcados en al menos dos programas de 'Bricoheroes', y también en uno del radiofónico 'El Búnquer', y que por tanto no se pueden amparar en la libertad de expresión.
La entidad ha dicho que primero se reunió con el entonces director de TV3, Vicent Sanchis, quien se disculpó por el contenido del primero de los episodios. En el Parlamento, el mismo Sanchis se comprometió también a ofrecer contenidos que dignificaran a la comunidad gitana. Pero después de la reunión, un nuevo episodio del programa volvió a contener un chiste con "estereotipos" sobre los gitanos.
Los representantes de la FAGIC han explicado que fue entonces cuando decidieron apelar a los órganos de gobierno de la CCMA, y solicitar su comparecencia en la comisión de control parlamentario del órgano, antes de abrir una vía judicial, que no está descartada.
La federación de asociaciones gitanas de Cataluña ha pedido desde el Parlamento a la CCMA que "vele por un trato digno y que tome las medidas para que estos hechos no se vuelvan a repetir". La FAGIC reclama no sólo una "disculpa" pública y la retirada de los episodios de 'Bricoheroes', sino también que se "reparen las consecuencias causadas a la imagen de la comunidad gitana, con la emisión de programas que tengan una audiencia similar o superior" a la de los contenidos censurados. También han pedido al CAC que actúe de oficio y valore si el caso se adecua al libro de estilo de TV3, y que informe al Parlamento.
También han tendido la mano al director de Catalunya Ràdio, Jordi Borda, y en general a todos los responsables de los medios públicos catalanes para que "cuenten" con la comunidad gitana "para ayudarles en la creación de contenido, facilitar información de contenido que mejore la difusión de la comunidad gitana y ayude a combatir los estereotipos".
Todos los grupos parlamentarios han hecho suyas las críticas de los comparecientes y la mayoría han entonado una disculpa por una comparecencia que "no se habría tenido que producir", consecuencia de un "humor que ataca a los más vulnerables", en expresión de la diputada de ERC Raquel Sans.