El montañista Kilian Jornet asistió el jueves 13 de febrero a La Revueltade la 1, el programa presentado por David Broncano. Durante la entrevista, recordó el peculiar momento que vivió tras subir y bajar el Everest dos veces en menos de una semana. En el segundo descenso, sufrió su experiencia de visiones más extrema, "En tiradas largas empiezas a tener alucinaciones", explicó el alpinista.
Todo comenzó en el momento de subir y bajar la montaña por primera vez en aquel viaje, en el año 2017. Se encontró mal, con diarrea, y eso hizo que tardara mucho más de lo habitual en hacer el trayecto, 26 horas en subir y 34 en bajar. Es por ello que, cinco días después, decidió hacerlo otra vez.
La segunda vez salió desde más arriba, y tardó 19 horas en subir. Fue al bajar cuando todo se complicó, "iba cansado, sin oxígeno, no tenía mucha comida y solo medio litro de agua, que se había congelado", relató.
Lo siguiente que recuerda, después de un periodo del que no puede recordar nada, es de ver a una persona que lo seguía. Jornet estaba solo en aquel descenso. "Yo sabía que era una alucinación, que aquel chaval no existía", comenta, añadiendo que, así y todo, se sentía responsable de él, pensaba que tenía que "sacarlo de allí".
El catalán confiesa que durante unos momentos pensó que estaba soñando, así que se planteó tirarse al vacío para despertarse del asombro. No lo hizo porque pensó "si no estoy soñando, qué putada, porque me mato". En lugar de tirarse, decidió descansar 5 minutos, hasta que se encontró mejor y pudo continuar el descenso.