El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, de 95 años, se encuentra ingresado desde el sábado por la tarde en la Clínica Sagrada Familia de Barcelona por una neumonía de poca gravedad. A pesar de su salud frágil de los últimos años, fuentes familiares apuntan que el expresidente se mantiene estable y que continuará hospitalizado hasta que se recupere del todo
El ingreso se produce cuando falta poco más de una semana para que comience el juicio en la Audiencia Nacional, previsto para el 24 de noviembre, en el que Pujol y sus hijos están acusados de asociación ilícita y blanqueo de capitales. El tribunal debe decidir si el exmandatario está en condiciones de declarar. Un médico forense ya lo ha examinado y se espera el informe final.
La defensa aportó hace unas semanas diversos informes que detectan marcadores de Alzheimer en analíticas de sangre y una alteración severa de la memoria verbal, que provocaría confusiones sobre hechos del pasado y personas.
Si los especialistas concluyen que Pujol no puede declarar, el procedimiento contra él quedaría archivado, como ya ocurrió en 2021 con Marta Ferrusola, diagnosticada también de Alzheimer. El juicio, eso sí, continuaría para sus hijos.
En caso de que se considere que sí que puede declarar, la familia pide que lo haga a distancia para evitar el viaje a Madrid, aunque el tribunal también podría permitir que siga la vista desde un juzgado de Barcelona.