Investigadores de la UPF describen un tipo de células dañadas que bloquean funciones

21 de diciembre de 2022 a las 19:14h

Investigadores de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) han descrito un tipo de células dañadas, llamadas senescentes, que bloquean las funciones de las vecinas sanas. El estudio ha identificado maneras de neutralizar estas células y, a la vez, de mejorar la regeneración de tejidos. La investigación, publicada este miércoles en la revista 'Nature', muestra que la reducción de estas células mejora la regeneración de músculos envejecidos y, "de manera inesperada", también de músculos jóvenes. Según los responsables del estudio, reducir las células senescentes conlleva también reducir la inflamación que generan en el entorno cercano de las células madre, hecho que favorece las funciones de estas últimas y, por lo tanto, la regeneración de tejidos.

 

Las células senescentes aparecen "inevitablemente" después de una lesión y afectan negativamente a la regeneración de los tejidos. Los investigadores han descubierto que este mecanismo actúa activamente en la vejez, pero también en la juventud. La investigación ha puesto de manifiesto, sin embargo, que esta acción negativa se puede resolver genéticamente y farmacológicamente y, de este modo, se pueden recuperar las funciones regenerativas de las células madre.

 

La regeneración de los tejidos depende de la población de células madre y sus células vecinas, un proceso cuya eficacia disminuye con el envejecimiento. Las causas de esta disminución son en gran parte desconocidas. Pura Muñoz-Cánoves y Eusebio Perdiguero, responsables del estudio, han descubierto en experimentos con ratones que las células senescentes son nuevos componentes reguladores del nicho de regeneración del tejido muscular que dificultan este proceso en todas las etapas de la vida.

 

La senescencia celular es un estado de parada irreversible del ciclo celular que a menudo aparece después del daño de los tejidos y en enfermedades relacionadas con la edad. Las células no mueren, pero permanecen en estado de hibernación. Junto con la apoptosis (una forma de muerte celular programada), la senescencia es uno de los mecanismos que utiliza el cuerpo para controlar la proliferación no deseada que presentan los tumores. Además, las células senescentes afectan a los procesos de reparación de los tejidos y se han documentado efectos beneficiosos como supresores de tumores durante el desarrollo del embrión y en la reparación o reprogramación del hígado y la piel. A pesar de esto, pocos estudios han intentado describir y caracterizar estos procesos. Esto se atribuye en gran medida a la rareza y escasez de estas células, incluso en tejidos envejecidos.