El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha centrado su discurso institucional de Sant Esteve en la defensa de la “humanidad” como valor esencial para la convivencia y la construcción del país. En su mensaje, Illa se ha preguntado “qué nos queda si no actuamos con humanidad” y ha subrayado que este principio implica “acoger e integrar a las personas que lo necesitan, defender nuestro estado del bienestar para garantizar una educación y una sanidad públicas para todos, garantizar la vivienda como un derecho, ofrecer ayudas sociales a quien más lo necesita y también garantizar la dignidad, la seguridad y la convivencia en todos los barrios”. “Sin esta humanidad, sin esta solidaridad no se puede construir ningún país ni ninguna sociedad”, ha concluido el president
El mensaje llega pocos días después de la polémica generada por el desalojo del instituto B9 de Badalona. Aunque Illa no ha hecho ninguna referencia directa, el contexto ha estado presente en su discurso, en el que ha advertido que “la respuesta a las necesidades y retos de Cataluña no es culpar a las personas que menos tienen o a quienes son diferentes”. En este sentido, ha defendido la necesidad de construir “una Cataluña mejor para todos con política útil y con políticas públicas responsables con soluciones al servicio de las personas; de todas las personas”.
Illa también ha remarcado que su Govern tiene clara “la necesidad de invertir los recursos públicos en aquello importante, en el interés general y el bien común, en las personas”, sin renunciar al papel del tejido económico. “También necesitamos, está claro, el empuje empresarial, el talento creativo y científico, el espíritu emprendedor y la capacidad de trabajo que nos caracteriza. Y debemos reforzar la ambición moral del país”, ha añadido.
En clave europea, el presidente ha alertado sobre los riesgos que afronta el futuro democrático de Cataluña, España y Europa. “Lo que hoy está en juego en Europa va más allá de una cuestión meramente política. Está en juego nuestro modelo de vida, de convivencia democrática y de prosperidad compartida. Están en juego valores que conforman nuestros cimientos”, ha afirmado. Aun así, ha querido transmitir un mensaje de esperanza, recordando que “nada está escrito” y “nada es inevitable”, y ha asegurado que “Europa necesita la mejor versión de Cataluña. Y Cataluña necesita la mejor versión de todos y cada uno de nosotros”.
El discurso también ha hecho referencia a la “empatía, solidaridad y también responsabilidad” como “valores definitorios de nuestra manera de ser y de hacer”. Illa ha puesto como ejemplo la respuesta colectiva ante emergencias recientes, como los incendios en la Noguera, la Segarra y el Urgell, las inundaciones en las Terres de l’Ebre o los brotes de dermatosis nodular y peste porcina. “Como presidente de la Generalitat, me ha llenado de orgullo la manera en que todo el mundo se ha puesto en el lugar del otro para ayudar, para unir esfuerzos”, ha dicho, destacando el reconocimiento a la labor de agricultores, comerciantes, pescadores y familias.
Finalmente, Illa ha tenido “un recuerdo muy sentido” para los bomberos muertos en acto de servicio en Santa Susanna y Paüls, así como para los vecinos de Agramunt que perdieron la vida en los incendios del pasado verano
