Tal día como hoy, 13 años atrás, el día 24 de enero de 2009 desapareció y fue asesinada la joven de tan solo 19 años, Marta del Castillo Casanueva en un piso del número 78 de la calle León XIII en Sevilla.
Este ha sido uno de los crímenes que más ha conmocionado a la sociedad española en los últimos años, pero desgraciadamente aún no se ha encontrado el cuerpo de la víctima. El principal acusado, Miguel Carcaño, el único condenado por el crimen de Marta, se encuentra en prisión a raíz de su chaqueta donde se encontró la sangre de Marta del Castillo, y quien dio hasta 9 versiones de los hechos. Las otras tres personas sospechosas de encubridoras del delito quedaron absueltas por falta de pruebas.
Marta del Castillo Casanueva tenía 17 años cuando fue vista por última vez el 24 de febrero de 2009. A las 17:30 de aquel día, salía para hablar con su expareja, Miguel Carcaño, quien la fue a buscar a casa con su moto.
Al ver que las horas iban pasando y que la menor no volvía a casa, los padres se empezaron a preocupar. Llamaron a todos los amigos de Marta por si sabían algo de ella, pero al ver tantos mensajes contradictorios, el padre se presentó en la casa de Miguel Carcaño.
Aunque los familiares insistieron a la policía y pusieron varias denuncias, no empezaron a buscarla hasta las 17 horas de su desaparición, un período de tiempo que hubiera sido clave para encontrarla con vida. Los policías admitían que la joven podría estar de fiesta o con amigos y que por este motivo no la tenían que buscar tan pronto, aunque los padres les decían que Marta no era así y que al menos contestaría al teléfono.
Días después de su desaparición, el caso quedó bajo secreto de sumario y, a finales de febrero, detuvieron a seis personas por su presunta implicación en la desaparición de la menor. Los arrestados dieron versiones muy contradictorias de los hechos y ninguno confesó dónde estaba escondido el cadáver de Marta.
Los padres y familiares de Marta nunca han perdido la esperanza de encontrar el cuerpo de la joven, y 13 años después continúan pidiendo lo mismo: justicia.
