El incremento de los contagios ha hecho que muchas empresas hayan decidido no hacer la tradicional cena de Navidad, y los restaurantes ya están notando la avalancha de cancelaciones.
En caso de que se opte por mantener el encuentro, se recomienda mantener puesta la mascarilla siempre que se pueda y buscar un lugar bien ventilado.
Además, es aconsejable hacerse un test de antígenos antes de la cena. Idealmente, dos: uno entre 48 y 72 horas antes y otro inmediatamente antes de ir.
También sería apropiado hacerse otra prueba entre dos y tres días después de la cena para que, en caso de que haya un positivo, se pueda avisar pronto al resto del grupo y frenar las cadenas de transmisión.