La ONG para las adicciones Projecte Home Catalunya ha presentado este martes 20 de abril los datos de atención de la entidad durante el 2020. En una rueda de prensa en línea, Projecte Home ha informado de que, en un año marcado por las restricciones y las dificultades surgidas por la pandemia de la COVID-19, la entidad ha atendido a 1.279 personas con adicciones entre los diversos centros que tiene en Cataluña. Además, 8.043 personas han participado en los programas de prevención de drogas en centros escolares y otras instituciones.
Del conjunto de las personas adultas en programas de tratamiento, el 39,8% ha seguido el programa Ambulatorio; un 33,8% el Centro de Día, un 18,8% el programa residencial de la Comunidad Terapéutica y un 7,6% el programa de Reinserción. El 84,9% son hombres y el 15,1% son mujeres mientras que la media de edad se sitúa en los 39,8 años. Buena parte de las personas usuarias se encuentran en situación de riesgo de exclusión social. Así, sólo un 41,3% tiene en el trabajo la principal fuente de ingresos en el momento de iniciar el tratamiento. Un 37,1% depende del paro, pensiones y otras prestaciones sociales, un 16,9% de la familia o amigos y un 2,1% de actividades ilegales. A nivel formativo, un 33,2% no tiene estudios o sólo estudios primarios, un 54,4% tiene estudios secundarios y un 12,4% estudios superiores.
En cuanto a la sustancia principal de consumo, predomina la cocaína en el 50,8% de los casos. Se trata de un porcentaje que se mantiene elevado desde hace más de una década y que tiene una tendencia creciente en los últimos años. Por otra parte, un 35,2% de las personas que pidieron ayuda a Projecte Home durante el 2020 lo hizo por adicción al alcohol. Siguen la heroína (4,5%), el cannabis (3,6%) y las ludopatías u otras conductas adictivas (2,2%). Un 25,5% de las personas atendidas padece algún tipo de patología dual (trastorno mental y adicción a la vez) mientras que el 5,1% son portadoras del VIH.
Las mujeres con adicciones, aún más perjudicadas
La pandemia ha afectado de forma destacada a las personas con adicciones, un colectivo especialmente vulnerable ante las consecuencias sanitarias y socioeconómicas existentes. Dentro de este colectivo, el grupo de las mujeres con adicciones es uno de los más perjudicados.
Si se observan los datos por separado entre hombres y mujeres, se ven diferencias significativas que denotan que las mujeres con adicciones afrontan situaciones de mayor dependencia económica, menos apoyo familiar, mayor estigma social y más invisibilidad que los hombres.
Las mujeres que inician un tratamiento en Projecte Home lo hacen con una media de edad (41,3 años) sensiblemente mayor que la de los hombres (39,3 años), una diferencia que se relaciona con la mayor dificultad de las mujeres para acceder a los tratamientos. A su vez, son más años de consumo que pueden significar un mayor deterioro tanto de la salud física como de la salud mental. En este sentido, llama la atención el alto porcentaje de mujeres que padecen algún trastorno mental, un 57,8% de los casos, un porcentaje mucho más elevado que el de los hombres, que se sitúa en el 19,8%.
A nivel económico, los datos sobre la principal fuente de ingresos de hombres y mujeres antes de iniciar el tratamiento muestran realidades dispares. Mientras que el trabajo es la principal fuente de ingresos para el 45,9% de los hombres, sólo lo es en el 24,4% de los casos para las mujeres. El paro, pensiones y otras prestaciones sociales son la principal fuente de ingresos de las mujeres en más de la mitad de los casos, el 51,2%, mientras que en los hombres la cifra baja hasta el 37,1%. Entre las mujeres también existe una mayor dependencia de actividades ilegales como principal fuente de ingresos, un 4,9% de los casos, mientras que en los hombres sólo representa el 1,4%.
Esto, a pesar de que las mujeres presentan un nivel de estudios más elevado. Un 14,3% tienen estudios superiores, por un 11,9% de los hombres. Un 61,9% tienen estudios secundarios, cifra que en los hombres es del 52,3%. Y un 23,8% de las mujeres tienen estudios primarios o no tienen estudios, un porcentaje que en el caso de los hombres alcanza el 35,8%.
En cuanto a las relaciones de pareja, entre las mujeres es más alto el porcentaje que declara haber sufrido "problemas graves con la pareja" (75,6%) que entre los hombres (64,5%).
Los datos sobre la sustancia de consumo que provoca la demanda de tratamiento también muestran diferencias notorias entre hombres y mujeres. En hombres, el 53,4% inicia tratamiento por consumo de cocaína y el 31,7% por consumo de alcohol. En mujeres, el orden se invierte y el 55,1% inicia tratamiento por consumo de alcohol mientras el 35,6% lo hace por cocaína. La diferencia coincide con los distintos patrones de consumo de drogas que suele haber entre hombres y mujeres. Las mujeres consumen más drogas legales y hacen un consumo más solitario y en casa. El hecho de consumir en mayor grado una droga legal y aceptada socialmente como el alcohol contribuye a invisibilizar y cronificar situaciones de consumo que en los hombres son más fácilmente detectables para su entorno.
Entre los diferentes tipos de programas de tratamiento de las adicciones de Projecte Home, se observan diferencias en el porcentaje de mujeres usuarias. Así, en el Centro de Día hay un 20,4% de usuarias, en un programa que se caracteriza por atender a personas con múltiples factores de vulnerabilidad, con especial incidencia de casos de patología dual, y que se adecua al perfil de las mujeres que piden ayuda. Por otra parte, en el Programa Ambulatorio, dirigido a personas con adicciones que mantienen una vida más estructurada (mantienen un puesto de trabajo, cuentan con apoyo familiar, menos problemas de salud añadidos...), hay sólo un 10,6% de usuarias, teniendo en cuenta que el perfil de mujeres con adicciones y que pueden mantener una vida más estructurada es más escaso.
En cifras globales, el hecho de que sólo el 15,1% de las personas en tratamiento en Projecte Home sean mujeres demuestra que es necesario mejorar en la accesibilidad del tratamiento para las mujeres con adicciones, tanto en la entidad como en el conjunto de la red de atención a las drogodependencias de Cataluña. Eliminar las barreras de acceso a este colectivo debe ser una prioridad y aún más teniendo en cuenta que se trata de uno de los grupos más afectados por las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de la COVID-19.
Garantizar la reinserción social, el principal reto para hacer frente a la pandemia
Desde el inicio de la pandemia, Projecte Home Catalunya ha tenido que adaptar los programas de atención, cumpliendo las diferentes medidas de prevención y combinando la atención presencial con la telemática, y ha creado nuevos servicios para hacer frente a las nuevas necesidades surgidas a raíz de la pandemia. Así, desde el mes de junio está en funcionamiento un servicio de acogida previo al ingreso que permite garantizar que las personas que entran al servicio residencial de la Comunidad Terapéutica lo hacen libres de la COVID-19.
Por otra parte, el principal reto ante la pandemia es garantizar que las personas que se encuentran en una fase avanzada del tratamiento puedan contar con las mismas oportunidades de reinserción social a pesar de las restricciones y las dificultades añadidas de la pandemia. Son personas que se encuentran en una situación de riesgo de exclusión social y que se encuentran en una fase en la que deben formarse, buscar trabajo, acceder a una vivienda, construir una nueva red de amistades o bien llevar a cabo actividades de ocio saludable como la práctica del deporte. Con este objetivo, se ha reforzado el Servicio de Acompañamiento a la Vida Autónoma de la entidad, un proyecto que ha sido posible con la colaboración de la Fundación "la Caixa".