Los Mossos d'Esquadra reforzarán los dispositivos en las fiestas mayores y los reestructurarán con más unidades de orden público para evitar episodios de violencia gratuita como los que hubo el fin de semana en Molins de Rei. También se incrementarán los controles, la proximidad y la presencia policial en vías rápidas y estaciones de tren, en colaboración y coordinación con las diferentes policías locales. Los máximos mandos del cuerpo se han reunido esta mañana para analizar la situación de la seguridad ciudadana en Cataluña, y tras la cumbre se ha anunciado que se trabaja en un nuevo enfoque para hacer frente a casos de este tipo.
La policía catalana indica que los últimos incidentes registrados son de naturaleza diferente, que no hay grupos organizados detrás y que “en ningún caso” responden a patrones comunes de actuación, más allá de que en todos los casos hay un “denominador común” que es la “violencia gratuita”.
La reunión de los altos mandos de esta mañana se ha producido en este contexto, y el objetivo ha sido adoptar nuevas medidas para hacer frente a los nuevos retos de seguridad, centrados principalmente en la convivencia y la cohesión social. El encuentro de hoy ha sido precedido de otros mantenidos esta semana a raíz de los disturbios de Molins de Rei, Manresa y otros municipios.
El decreto actual de la Dirección General de Policía, aprobado el 21 de marzo, reafirma una nueva estructura policial encaminada a afrontar retos adaptados a las nuevas necesidades de seguridad pública y desafíos que demanda la sociedad actual.
Y en este sentido, la creación de la Comisaría Superior de Seguridad Ciudadana tiene el encargo de diseñar un nuevo mapa de la seguridad en Cataluña estableciendo, de acuerdo con la inteligencia policial, nuevos dispositivos adaptados a cada momento y en cada situación.
La inteligencia policial, una herramienta de predicción de fenómenos delictivos
La nueva División de Dispositivos, dependiente de la Comisaría Superior de Seguridad Ciudadana, y la nueva Área de Análisis y Conocimiento de Inteligencia, dependiente de la Jefatura, conjuntamente con las Unidades Regionales de Análisis de la Seguridad, se convierten en elementos “cruciales” en el diseño del nuevo enfoque de la planificación de dispositivos de seguridad.
Se trata, indican los Mossos, de orientar la inteligencia policial no únicamente sobre la criminalidad avanzada o el terrorismo, sino abrirla a la seguridad ciudadana con el fin de detectar situaciones que pueden ser de riesgo y que estarían vinculadas a la delincuencia ordinaria en el ámbito social.
La inteligencia policial se convierte en uno de los ejes principales a la hora de predecir fenómenos delictivos y, por lo tanto, se trata de trabajar con nuevas herramientas de valoración de riesgo que hasta ahora estaban circunscritas en escenarios de crimen organizado, fenómenos de radicalización violenta, de movilizaciones o conflictividad sociolaboral.
Más Arro y Brimo
En paralelo, las Áreas Regionales de Recursos Operativos (Arro) y la Brigada Móvil (Brimo) ampliarán efectivos policiales. La Brimo, tal como prevé el nuevo decreto de reestructuración de la Policía, tiene por primera vez como objetivo principal hacer seguridad ciudadana y, en este sentido, se potencia el crecimiento con el objetivo de dar respuesta a todos estos fenómenos emergentes que tienen un impacto sobre la seguridad o su percepción.
En este sentido, los dispositivos policiales en fiestas mayores o eventos públicos se reforzarán y reestructurarán “siempre que la situación lo requiera” con más unidades de orden público, se incrementarán los controles policiales en los alrededores, se trabajará desde la proximidad y se incrementará la presencia en vías rápidas y estaciones de tren. La coordinación y la colaboración con las Policías Locales seguirá siendo permanente a través de las mesas de coordinación operativa.
A la vez se potenciará la proximidad y los controles policiales en zonas que se consideren de riesgo para mejorar la capacidad reactiva pero sobre todo la prevención. En este sentido, se reforzará la presencia de las unidades de orden público, de la Brimo y el Arro durante las noches y se harán más controles estáticos y filtros para evitar la presencia de armas blancas.
Finalmente, los Mossos informan que el Plan Daga, que se puso en marcha en febrero y que ha permitido retirar cerca de 6.000 armas blancas, se mantendrá y se intensificará en aquellos lugares y momentos en que los informes de análisis del riesgo lo determinen.
La policía catalana subraya que este plan se ha convertido en “un dispositivo necesario” en la prevención de hechos delictivos, y lo argumentan asegurando que ha habido un 12% más de armas intervenidas.