El próximo curso comenzará con grupos burbuja y mascarilla. El consejero de Educación en funciones, Josep Bargalló, ha explicado en una entrevista a la ACN que en septiembre habrá medidas "similares" a las actuales, ya que no existe la vacuna pediátrica contra la covid. A pesar de este inicio, prevé poder ir quitando medidas de manera progresiva a medida que avance la vacunación, mejore la situación epidemiológica e indiquen las autoridades sanitarias.
Cree, sin embargo, que ya en septiembre se podría aplicar la medida de retirar la mascarilla en primaria si la situación de algunos territorios lo permite, como se preveía este curso y no se ha hecho finalmente. Por otra parte, se mantendrán las aproximadamente 8.000 contrataciones hechas este año y se harán 500 nuevas.
"Difícilmente tendremos al alumnado vacunado en septiembre e inicialmente tendremos las medidas sanitarias actuales. Iremos quitándolas conforme las autoridades sanitarias nos vayan diciendo que se han dado pasos", ha declarado el consejero. Bargalló ha apuntado que los niños también transmiten la enfermedad, a pesar de la menor afectación, y por eso no se pueden arriesgar a que la escuela genere cadenas de transmisión con una población adulta que tampoco estará 100% inmunizada.
Entre las primeras previsiones está la de poder aplicar la retirada de la mascarilla en los primeros cursos de primaria en aquellos territorios donde la incidencia de la covid-19 sea menor. Esto se había previsto inicialmente para este curso, pero finalmente todos los alumnos comenzaron el curso con mascarilla y lo acabarán así. "Esto sí que lo podremos aplicar en septiembre", ha aseverado Bargalló. También ha abierto la puerta a permitir "alguna interacción" entre el profesorado, cuando todo esté vacunado.
En cambio, los grupos burbuja se mantendrán: "Hasta que no haya una vacuna pediátrica nada indica que tengamos que cambiarlo".
500 nuevas contrataciones
El consejero en funciones ha dado por hecho también el mantenimiento de las aproximadamente 8.000 contrataciones que se han hecho este curso como 'refuerzo covid'. Éstas no fueron sólo de docentes, sino también de especialistas o personal de administración y servicios. "Estamos trabajando con Economía para hacerlo posible y estamos en condiciones de decir que sí", ha asegurado. Además, ha añadido que se irá más allá y se aumentarán las dotaciones "por motivos de escolarización". En concreto, se prevén 500 contrataciones más.
A pesar de ello, ha puntualizado que no quiere decir que los centros mantengan todo el personal que han tenido este curso, ya que éstos pueden haber sufrido modificaciones después de la matriculación, por ejemplo en cuanto al alumnado vulnerable que atienden. "Se mantendrá el mismo número, y en algún centro aumentará y en alguno disminuirá", ha concretado.
La voluntad del Departamento de Educación es que este personal "pasara a estructural", pero Bargalló reconoce que ésta es una cuestión que depende del futuro nuevo Gobierno.
Hacia la codocencia
Ha habido centros que han empleado estos refuerzos covid para aplicar la codocencia y hacer que en cada grupo haya por ejemplo dos tutores. Un primer análisis por parte de la consejería y de los agentes implicados concluye que es "pedagógicamente más eficiente para el aprendizaje" y también más útil en época pandemia en cuanto a la organización y el uso del tiempo fuera del aula, según ha dicho.
El consejero considera "evidente" que se debe ir hacia la incorporación de estos elementos de codocencia, pero ha afirmado que hay que acabar de analizarlo. Sí que concluye que a nivel organizativo, pedagógico y de gestión de incidencias diarias "acaba siendo positivo".
En esta línea, ha defendido que se debe seguir trabajando para reducir las ratios, pero ha alertado que el modelo no debe ser "ratios muy bajas", ya que tampoco son eficientes en los procesos de aprendizaje. "Tendrá que haber algún momento en que la priorización sea la codocencia por encima de las ratios muy bajas", ha argumentado.
Mantener las entradas escalonadas
Siguiendo con el análisis de las medidas aplicadas por la pandemia, el consejero ha afirmado que medidas como las del grupo burbuja no se mantendrán en el tiempo cuando la pandemia ya no esté, pero reconoce que hay otras "que han venido para quedarse". Más allá de la codocencia, los centros hacen también un análisis positivo de las entradas y salidas escalonadas en el tiempo y diferenciadas en el espacio. El consejero ha asegurado que los centros han notado una disminución de los problemas de convivencia entre alumnos de diversa edad, entre familias y por el uso del espacio ante la escuela.
Por eso, muchas escuelas han dicho a Educación que mantendrán las entradas y salidas escalonadas en el tiempo y también en el aspecto de que cada grupo de alumnos entre por una puerta, si bien quizás con menos de las actuales.
En este paquete de medidas con valoración positiva por parte de los centros, el consejero añade el uso del patio por franjas horarias. Esto ha permitido un uso más general y menos masificado del patio, permitiendo que todos los grupos tengan a su disposición más espacio. Esta reducción de la masificación también ha contribuido a una reducción de los conflictos.
En cambio, ha defendido la recuperación de la presencialidad en todos los estudios, a excepción de algunos donde se ha visto que el modelo híbrido puede comportar mejoras. Bargalló ha indicado, sin embargo, que son casos muy concretos, como el aprendizaje de algún idioma con pocos alumnos a través de las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI) y repartidos por toda Cataluña o bien alguna familia de FP.
A la espera del Estado para retomar la vacunación
Por otra parte, Bargalló ha asegurado que Cataluña está preparada para retomar la vacunación del personal de los centros educativos "al día siguiente" de que el Estado dé el visto bueno, tanto en primeras dosis como en segundas. El consejero espera que el gobierno español decida qué hacer con la segunda dosis de AstraZeneca en pocas semanas y poder mantener el objetivo de vacunar a todo el personal antes de que acabe el curso.
A poco más de un mes para finalizar el curso, Bargalló ha defendido una vez más la postura del Gobierno de querer mantener las escuelas abiertas en todo momento. Reconoce que en septiembre estaban convencidos de que tenía que ser así, a pesar de las presiones "muy fuertes" que recibieron para no abrir. El consejero explica que el momento de incidencia más duro se vivió en noviembre y que ni entonces se plantearon cerrar los centros educativos, ya que han funcionado como un lugar "de seguridad".
