El alcohol es una de las causas mayoritarias de muertes en las carreteras. La Dirección General de Tráfico ha hecho muchas campañas de concienciación y lo ha repetido mil y una veces: si bebes, no conduzcas. A pesar de todas estas advertencias, aún se siguen perdiendo vidas en accidentes de tráfico por culpa del alcohol.
La nueva Ley sobre Tráfico y Seguridad Vial trae una nueva herramienta que pretende acabar con esta lacra: el alcoholímetro antiarranque.
El uso de este alcoholímetro, bautizado con el nombre de Alcolock, es muy sencillo: el conductor sopla al dispositivo y se recogen sus datos de alcohol en aire espirado. Si la tasa es superior a la permitida, que en este caso es de 0,15 mg/l en aire espirado, el vehículo no arrancará.
De esta manera, se evitará que un conductor bebido salga a la carretera con todo lo que esto significa, tanto para él como para los demás.