El acuerdo entre ERC y el PSOE para el “traspaso integral” de Rodalies solo prevé, por ahora, que la Generalitat asuma la infraestructura ferroviaria de las líneas de la línea del Maresme de la R1, la línea Sant Vicenç de Calders-Barcelona de la R2 y la línea Papiol-Hospitalet-Vic-Puigcerdà de la R3. Según el documento pactado entre ambas formaciones, solo se hará el traspaso de los tramos donde circulen exclusivamente trenes de titularidad catalana, aunque se creará una comisión para analizarlos todos y considerar si en el futuro se podrían traspasar más. Asimismo, el acuerdo para crear la nueva empresa pública Rodalies Catalunya especifica que los temas “estratégicos” deberán aprobarse por mayoría cualificada.
ERC y el PSOE han acordado crear la empresa pública Rodalies Catalunya, con una participación mayoritaria de la Generalitat, que se dotará de los “recursos materiales y humanos que hoy son utilizados y necesarios para la prestación de los servicios de Rodalies” por parte de Renfe. La empresa tendrá un consejo de administración con participación paritaria de la Generalitat y la administración estatal, pero con un presidente con voto de calidad, propuesto por el ejecutivo catalán.
Los dos partidos han pactado que, los temas que se consideren “estratégicos” para la empresa Rodalies Catalunya -y que se establecerán en sus estatutos- deberán aprobarse por “mayoría cualificada”. Esto quiere decir que el voto de calidad del presidente podría no ser suficiente para aprobar determinados cambios sin el aval de los consejeros recomendados por el gobierno español.
Para garantizar el personal y las condiciones laborales, el acuerdo también establece que la nueva empresa contará con un “convenio de colaboración” con Renfe para “asegurar la movilidad laboral entre ambas y el mantenimiento de los derechos adquiridos”. Los sindicatos de maquinistas ya han alertado este jueves que están en contra del traspaso, por las implicaciones laborales que podría comportarles.
Traspaso de la infraestructura
El acuerdo entre el PSOE y ERC indica, en lo que respecta a la infraestructura ferroviaria -es decir, las vías, catenarias, etc- que se traspasará la titularidad en los casos en que solo pasen trenes de titularidad de la Generalitat. Por lo tanto, los tramos de infraestructura por ahora contemplados en el acuerdo son la línea del Maresme de la R1, la línea Papiol-Hospitalet-Vic-Puigcerdà de la R3 y la línea Sant Vicenç de Calders-Barcelona de la R2.
Sin embargo, el pacto establece que a la hora de determinar qué tramos se traspasan “se incluirá toda la red ferroviaria, sin excluir ningún tramo, con el propósito de valorar posibles traspasos futuros de tramos diferentes”.
Para hacer este traspaso se creará, dice el pacto, una “comisión Generalitat-Administración General del Estado” para determinar el marco normativo necesario y las “condiciones económicas asociadas”. Habrá que definir, así, los activos en infraestructuras que se traspasan, las necesidades económicas para su mantenimiento, y los acuerdos que garanticen la gestión y el control de la circulación ferroviaria y el cumplimiento de las normas de seguridad.