Debido a la avalancha de protestas a causa de la dificultad de la prueba, el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) pidió explicaciones a la División de Formación. El sindicato comparó las pruebas de acceso con el programa de televisión Pasapalabra. La asociación sindicalista acudió a expertos lingüistas y concluyó que el examen no era útil para "determinar los conocimientos de ortografía de los aspirantes".