El examen de ortografía para los aspirantes al Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de este año fue bastante más complicado que el de años anteriores. Los aspirantes debían determinar si 100 palabras estaban escritas correctamente en castellano en solo 8 minutos.
La gran cantidad de quejas recibidas obligó a la Dirección General de la Policía a admitir como aprobado un 3,5 sobre 10 cuando, normalmente, se necesita un 5. Aun así, según Voz Populi, solo 3.956 de los 16.255 aspirantes llegaron al límite ya rebajado. Así pues, menos de una cuarta parte de los opositores obtuvieron la nota pedida.
El tribunal de calificación de la Policía Nacional suspendió al 75% de los opositores en la prueba ortográfica. Solo el 24,33% de los examinados ha superado el test. El tribunal se había reservado el derecho de bajar la nota de corte de este examen en caso de que no existiera "un número suficiente de opositores con una puntuación de 5.
Debido a la avalancha de protestas a causa de la dificultad de la prueba, el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) pidió explicaciones a la División de Formación. El sindicato comparó las pruebas de acceso con el programa de televisión Pasapalabra. La asociación sindicalista acudió a expertos lingüistas y concluyó que el examen no era útil para "determinar los conocimientos de ortografía de los aspirantes".